La carrera por la Inteligencia Artificial General. ¿Entra España con buen pie en esta nueva guerra tecnológica?
En noviembre de 2022 se lanzó ChatGPT, la plataforma con un proceso de adopción más rápido de la historia. Posteriormente, en solo unos meses, los deepfakes se hacen accesibles para cualquier persona gracias a plataformas como Stable Diffusion. Se multiplican los grandes modelos de Inteligencia Artificial Generativa similares a GPT. Y las noticias continúan: aparece DeepSeek; el anuncio de Estados Unidos de una inversión de 500.000 millones de dólares en IA; y la rápida respuesta de Europa con su plan de 200.000 millones de euros de inversión.
Sin ir más lejos, Francia ha anunciado un programa de 109.000 millones de euros. Y España, bien orgullosa, mantiene un plan de 1.500 millones de euros y lanza su familia de modelos Alia, entrenados en las diferentes lenguas que se usan en España.

Estas noticias, sobre nuevos modelos y grandes programas para impulsar la IA, se acelerarán en los próximos meses y en unos años podrían formar parte de un potencial nuevo libro de Chris Miller. Su afamado libro ‘La Guerra de los Chips’ relata cómo durante decenas de años, diferentes países y empresas, competían por el liderazgo del desarrollo de chips que eran fundamentales para el desarrollo tecnológico de los países.
Una ‘‘guerra» que ahora tiene otro objetivo: ser los primeros en obtener la Inteligencia Artificial General (IAG – una IA capaz de hacer lo mismo que cualquier persona, pero mejor y más rápido -). Y la historia nos ha enseñado, que en estas emocionantes carreras, debemos hacer dos cosas: encontrar un rol en el que podamos ser buenos y preparar a la sociedad para el impacto de esta terrible o magnífica revolución, dependiendo de quien te la cuente.
Sí, Alia podía ser una necesidad. No nos vamos a engañar, desarrollar este modelo le permite a España tener la foto que quería, pero ¿es el rol que debemos tener? ¿Tiene sentido hablar de incluir la IA en espacios tan importantes como Hacienda con modelos que no son lo suficientemente buenos? ¿Estamos preparados como sociedad para interactuar con ella? ¿Sabemos qué es la IA y reconocerla cuando está tomando decisiones por nosotros?
Cuándo me adentré en el mundo de la IA Generativa, a través de las imágenes y audio sintético, descubrí los deepfakes; para mí fue ese momento el que definió cuál quería que fuera mi rol dentro de este cambio social y económico que estamos viviendo. España tiene que hacer lo mismo: preguntarse qué rol quiere jugar y diseñar el camino para llegar a él..
La IA en España
Como decimos en t2ó, la Inteligencia Artificial es cuestión de personas: tenemos que saber convivir con ella, reconocerla, qué derechos tenemos ante la IA…, y todo esto se debe a que esta tecnología va a ser sistémica, y la encontrarás en todos los rincones que te puedas imaginar. Por ello, la Estrategia de Inteligencia Artificial de España debería tener otras palancas que no han incluido y ser más prioritarias que el diseño de esta nueva familia de modelo de lenguaje.
La carrera por la Inteligencia Artificial General. ¿Entra España con buen pie en esta nueva guerra tecnológica?
Una de estas palancas es la sensibilización y formación de la sociedad ante la IA (no como expertos, sino como usuarios, empoderándonos ante ella). No solo la vas a encontrar en tu trabajo haciéndote más productivo, también en tu hogar o cuando vayas al banco, al hospital o decidas qué estudiar. En todas estas situaciones debemos saber que interactuamos con una IA y que tomará decisiones por nosotros. Por ende, aprender a interactuar y ser críticos con sus decisiones, se muestra fundamental.
Por último, debo decir que la Estrategia de Inteligencia Artificial de España tiene puntos interesantes. Al igual que en la guerra de los chips, Países Bajos encontró su rol, ahora España también puede encontrar el suyo con la IA. La capacidad de supercomputación o aplicar la IA en diferentes ámbitos de forma responsable, puede darnos un papel relevante, tanto a nivel de talento, como tecnológico. Sin embargo, 1.500 millones de euros no parecen suficientes tras atender a los últimos anuncios de EEUU o Europa.
Por ello, tenemos que formar parte del plan de inversión de la UE y al igual que se impulsarán a empresas como Mistral, francesa, o Black Forest Labs, alemana, debemos demandar un rol importante en la capacidad computacional (fundamental para este tecnología tanto por velocidad, como por costes) y en la integración de estos modelos en espacios públicos.
Sí, de esta forma, no tendremos un gran modelo, pero encontraremos nuestro lugar en esta tecnología, como referentes, y seremos necesarios en las próximas décadas. Además, habremos ayudado a convertirnos en una sociedad preparada para esta revolución social que viene, facilitándonos su uso, no solo en entornos laborales, también en nuestro día a día.
Y tú, ¿crees que tendremos nuestro lugar en la histórica carrera que se viene?
Autor: Alberto Durán, Content Director & Open Innovation Consultant en t2ó
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