Eleven Years en Telefónica
El 1 de Febrero siempre es un día especial. Si en Enero es el cumpleaños del nacimiento del blog, en Febrero es la fecha en la que celebro mi cumpleaños en Telefónica. Es el día en el que comencé mi andadura en Telefónica, primero como subcontratado, luego como CEO de Eleven Paths una filial de Telefónica Digital, luego como Director del negocio de Ciberseguridad & CEO de Eleven Paths en Telefónica Business Solutions, luego como Chief Data Officer, luego Chief Digital Consumer Officer y desde 2019 como Chief Digital Officer. Un camino largo.
El año pasado, cuando se cumplía una década de mi viaje en Telefónica hice un recorrido de algunos de los momentos más intensos y bonitos de estos años. Proyectos que se han quedado grabados en la piel, que forman parte de mi camino, y que me acompañan aún el día a día muchos de ellos. Es verdad que durante los últimos años he ido entrando en otro tipo de responsabilidades, algunas de ellas que tienen que ver con puestos de consejero, como los que tengo en Telefónica Tech, Wayra, Ciberseguridad o Telefónica de España.
Es verdad también que desde hace casi siete años estoy en el Comité Ejecutivo de esta querida casa, y que tengo muchas reuniones que parece que tienen que ver más con el gobierno corporativo de una gran compañía que con hacer tecnología. Pero no es así. En esta compañía se hace tecnología por todos los rincones. Y con los años que llevo en esta casa he tenido la ocasión de disfrutar de hacer tecnología a todas las escalas. Desde la parte más Quick&Dirty de Discovery con los equipos de Ideas Locas, hasta la innovación más a escala de una multinacional con proyectos transformacionales como Kernel o Aura. Hacer innovación evolutiva en productos digitales como Novum, SmartWiFi o la plataforma de Televisión con sus Living Apps, o directamente lanzar productos innovadores como Latch o Movistar Tokens.
Innovar en cosas que tenían que ver con locuras como empujar Leia, hacer Maquet, o poner un WordPress en Paranoid Mode con Latch. Lanzar proyectos tan nuevos como los que tienen que ver con Metaverso, o poner una pasarela de criptomonedas en Tu.com con nuestros amigos de Bit2Me. O lanzar Tu.com para explorar y ver cómo podemos mejorar los procesos de venta de dispositivos. Crear integraciones con las Joint-Ventures que creamos en el grupo Telefónica.
Vine a Telefónica a cumplir mi sueño de niño. El que comencé a cumplir años atrás, con 21 años cuando me puse a trabajar de becario en una startup. El que continué con la loca aventura de crear Informática 64. Y que un día me llevó a la mejor empresa para crear tecnología de este país. Una empresa que impresiona por su historia. Por la grandeza de lo que han hecho sus ingenieros en el pasado.
Entré con 36 años en esta casa. Con muchas ganas. Con mucho respeto. «No dejarás de ser becario en Telefónica hasta que lleves 10 años como mínimo«, me dijo mi compañero Enrique. Y tragué saliva. Os lo prometo. Pero venía con muchas ganas de hacer muchas cosas. Ganas, que no solo no he perdido, sino que he amplificado. Como un niño en una tienda de juguetes donde cada vez que sigue andando por el pasillo ve nuevos juguetes en nuevas estanterías. Ha sido como subirse a la montaña rusa más alta del parque de atracciones y seguir aún dando giros y giros.
Hoy en día, llevando 11 años en Telefónica, ya casi 7 años en el Excom, perteneciendo a consejos, y estando en muchas reuniones que tienen que ver con el gobierno y la gestión de la compañía, sigo teniendo esas ganas y esa ilusión por disfrutar mi pasión. Mi pasión por hacer tecnología, por emprender, por innovar, por hacer cosas uniendo las manos de tantos ingenieros y creadores del futuro digital que hay en esta casa. Creando cosas que tenga valor para esta casa. Y hablamos de tokens, de APIs, de datos, de code complete, de patentes, de despliegues, de latencias, de backups, de inteligencia artificial, de firmwares, de setopboxes, de cloud, IOT, Machine Learning, y ciberseguridad y de slicing de red y de edge. Todos los días. Y en el excom y en los consejos hablamos y tomamos decisiones sobre proyectos con tokenomics y APIs, y nadie mira raro. Porque en esta casa se hace tecnología.
Y solo espero que el día que termine mi viaje en esta casa – que ojalá sea cuando yo sea muy mayor y antes de que se me quiten las ganas de pelear por crear cosas -, esta casa me reemplace por alguien mejor que yo, que me supere, que lleve más lejos a esta compañía, que haga que Telefónica cumpla otros 100 años más. Y para ponérselo difícil al que venga, pienso trabajar todos los días como el primero, con el mismo nerviosismo en las tripas, con la misma excitación de los lunes, cuando nos juntamos todos para repasar los done y los to-do.
Son Eleven Years, y como una metáfora que cierra el círculo, como intuíamos, cada uno de esos años ha sido un camino diferente. No ha dado tiempo para repetir, para aburrirse, para encontrar el calor agobiante de la monotonía. Han sido Eleven Paths cada uno de estos años. Todos iguales de intensos y emocionantes, todos completamente diferentes. Como esos hermanos que no se parecen en nada por el capricho de la genética. Así han sido estos 11 años. Con Ups & Downs. Con fallos y aciertos. Con alegrías y penas. Con bienvenidas y despedidas.
Y a partir de ya, toca meterse en faena para comenzar la docena, que significa mucho para mí, porque poco a poco me acerco a cumplir la mitad de mi vida profesional en Telefónica, algo que me impacta solo de pensarlo. Os lo contaré el año que viene, si la vida me da cuartel.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)
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