ChatGPT, OpenAI y los créditos de Azure que pueden colocar a Microsoft como líder mundial en Inteligencia Artificial
El equipo de IBM se presentó en casa de Kildall al día siguiente para llegar a un acuerdo. Él no se encontraba en casa, pero su mujer tenía preparado un borrador de contrato para entregarle a IBM (algunos dicen que fue un error no estar presente en persona para tratar con el gigante IBM). Pero por un motivo o por otro, el acuerdo no se llevó a cabo. Parece ser que el calendario propuesto por IBM y el dinero para la inversión no eran suficientes para Kildall por lo que rechazó el proyecto. No era sencillo desarrollar una versión de 16bits del CP/M en poco tiempo. De todas formas, dejando de lado los motivos, Digital Research, la empresa de Gary Kildall, dijo no al contrato con IBM.
Figura 3: «Microhistorias: anécdotas y curiosidades de la historia de la informática (y los hackers)«de Fran Ramírez y Rafael Troncoso en 0xWord. |
Unos días después, en otra reunión con Microsoft, IBM les contó el problema con Kildall y el CP/M. Después de la reunión, Paul Allen, fundador también de Microsoft, le propuso a Bill Gates una alternativa para quedarse ellos con el negocio. Había un tipo llamado Tim Paterson (que trabajaba en una empresa de Seattle llamada SCP) que había desarrollado un prototipo de un sistema operativo llamado QDOS que funcionaba en microprocesadores de 16bits. Aunque Bill Gates no estaba seguro del proyecto, Allen lo convenció para invertir 10.000$ en QDOS. Estaba a punto de nacer el famoso MSDOS.
Y aquí viene la genialidad del acuerdo. IBM esperaba que Microsoft le pidiera royalties por cada copia vendida pero lo que propuso Microsoft fue que les ayudara a desarrollar el software partiendo de QDOS y que además ese software final les permitiera venderlo a otras compañías. En principio IBM pensaba que era un buen acuerdo para ellos y malo para Microsoft, el cual perdería ganar dinero por cada IBM PC que tuviera un MSDOS instalado. Pero claro, nadie esperaba el boom informático de clónicos en los años venideros que provocó que Microsoft se convirtiera en gigante que es hoy día. Nadie excepto Bill Gates y Paul Allen.
OpenAI y Microsoft
Volviendo al presente, parece que esta historia se puede repetir, esta vez en el mundo de la Inteligencia Artificial. OpenAI era en principio una organización sin ánimo de lucro creada por Elon Musk y Sam Altman (creador de Y Combinator). Su lema era crear un desarrollo justo de la Inteligencia Artificial para beneficiar a la Humanidad. A partir de aquí se crearon proyectos realmente revolucionarios como Gym (enfocada a crear modelos entrenados con aprendizaje reforzado), Universe, etcétera.
Dejando de lado todas las controversias desde que Elon Musk dejó su cargo en OpenAI en 2019, y su modelo de “sin ánimo de lucro” toma un nuevo rumbo. El motivo, conseguir un ámbito mixto, desde el cual poder sufragar su supervivencia haciendo negocio con sus aplicaciones desarrolladas. Y aquí es donde OpenAI abre su concurso de inversores externos y en el año 2019 aparece Microsoft donde invierte 1.000.000 Millones de USD.
ChatGPT y los créditos Azure
No voy a explicarte qué es ChatGPT y cómo funciona ya que en este artículo creado por nuestro compañero Javier del Pino, se habla en profundidad. Resumiendo, ChatGPT es un modelo conversacional (basado en la versión de GPT-3.5) el cual puede interactuar respondiendo a preguntas en cualquier idioma e incluso generar código fuente de una forma extremadamente cercana al ser humano. Antes hemos comentado que Microsoft, en 2019 invirtió mil millones de dólares en OpenAI pero no te he contado un detalle que es muy importante en toda esta historia: gran parte de ese dinero estaba en forma de créditos cloud en Azure.
Y este punto es clave para entender toda la genialidad de este acuerdo. En el mundo de la Inteligencia Artificial el mayor coste para desarrollar nuevos productos o investigaciones es la gran cantidad de computación necesaria para, por ejemplo, entrenar los modelos. Y este se convierte en el mayor problema económico para cualquier empresa de Inteligencia Artificial que quiera vivir de este negocio. Así que ya nos podemos imaginar la alegría de los trabajadores de OpenAI cuando les dijeron que tendría prácticamente poder de computación ilimitado para entrenar sus modelos.
ChatGPT es una auténtica revolución con una proyección de negocio de millones de dólares y un impacto social que aún sólo estamos viendo la punta del iceberg. No estamos hablando de una tecnología creada sólo para personal cualificado, es una tecnología que puede utilizar cualquier persona para prácticamente resolver cualquier tipo de duda o problema usando, además, lenguaje natural. Hoy día se deberían de abrir telediarios con esta noticia, como bien dice el gran DotCSV, pero parece que, por aquí en nuestro país y prácticamente en toda Europa, no hemos captado aún la magnitud de este avance (en EEUU ha habido un eco importante en las noticias).
OpenAI puede trabajar desde prácticamente sus comienzos sin pensar en los altos costes de computación derivados de los complicados y costosos procesos de entrenamiento, de eso se encarga Microsoft. Esto es una gran ventaja, pero también crea una gran dependencia de la nube de Microsoft, que ha ido creando una relación empresarial sólida entre ambos durante estos años. Y esta ha llegado a su momento máximo cuando hace unas semanas, se ha anunciado un acuerdo de 10.000 Millones de USD entre Microsoft y OpenAI.
El nuevo modelo de negocio
Microsoft tiene claro cuál es su modelo de negocio para haber invertido esa gran cantidad de dinero. Con ChatGPT habrá miles de empresas que quieran crear servicios basados en este modelo de IA. Y claro, crear tu propio modelo y mantenerlo es algo muy costoso y complicado, así que la mayoría de estas empresas decidirán ir al modelo funcional y operativo de OpenAI. Es decir, pagarán por el acceso a una API que les devuelva los resultados realizados a la aplicación ChatGPT, que a su vez está montada con el modelo GPT-3.5 y esta arquitectura corre sobre Microsoft Azure. Jackpot!
Pero no todo es un camino de rosas para Microsoft. ChatGPT no puede soltarse alegremente e integrarlo por ejemplo a Bing, ya que os podéis imaginar, conociendo nuestra naturaleza humana/troll, en qué oscuros caminos terminaría. Así que el principal problema ahora mismo es afrontar correctamente cómo controlar cualquier tipo de bias que lleve a crear salidas de ChatGPT, o que sean racistas, con tendencias asesinas, etcéra. Y de las consecuencias que esto puede llevar ya tiene experiencia Microsoft como ya le pasó con el caso del chatbot en Twitter que se volvió racista.
Conclusión
Google y en concreto DeepMind, no se va a quedar cruzado de brazos viendo como Microsoft toma posiciones y acapara el negocio de la IA. Ellos tienen el mismo o más poder que Microsoft para replicar este mismo tipo de negocio con su gran potencia Cloud. Así que prepara las palomitas porque se acercan tiempos interesantes en el mundo de la IA y su impacto en el mundo real. Ha llovido mucho desde aquel acuerdo con IBM y la compra de QDOS, pero tiene algo en común con el negocio de diez millones de dólares con OpenAI: visión de futuro y elegir caminos que, aunque no sean los que pensamos sean los más adecuados, con el tiempo se demuestran que fueron los correctos.
Por cierto, si te ha gustado la historia de Microsoft y QDOS, recuerda que mi colega Rafael Troncoso y yo tenemos el libro de «Microhistorias: anécdotas y curiosidades de la historia de la informática (y los hackers)« en 0xWord que cuenta historias como ésta y muchas otras historias de hackers.
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