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Gracias F. Ibáñez

Es cierto que para hablar de Francisco Ibáñez hay que hablar de muchos personajes de 13 Rue del Percebe, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos, El Botones Sacarino, Chicha, Tato y Clodoveo, pero sin duda, Mortadelo y Filemón, nuestros agentes secretos de la T.I.A. son el mayor exponente de la obra de nuestro querido artista. Y hoy, después de la triste noticia que tuvimos ayer, quería dedicarle todo mi cariño a este genio y su obra.

Figura 1: Gracias F. Ibáñez

Yo soy de los que quiero que haya una estatua de Mortadelo y Filemón en Madrid, al igual que Bélgica idolatra a su Tintín y Francia a su Asterix y Obelix, nosotros idolatramos a nuestros queridos Mortadelo y Filemón. Comencé a leer con ellos, y sigo leyéndome sus cómics periódicamente. El exponente de si algo puede salir mal saldrá mal que tanto hemos vivido en este país, tan poco acostumbrado a los golpes de suerte, y donde está tan mundanizado el desastre diario. O el chiste por página, como hacía magistralmente don Ibáñez.

Figura 2: Mortadelo y el Súper en uno de sus infinitos desencuentros
Pero como en la realidad de este mundo, nunca pasaba nada. Los destrozos, los golpes, los fracasos, lo peor, sólo duraba unas páginas. A la siguiente, como la esencia de nuestro pueblo, la vida sigue. Dejamos atrás el pesar, lo convertimos en burla, chiste y joda, y a por el siguiente desastre que la página siguiente ya está aquí.
Yo me crié y he vivido leyendo Mortadelo y Filemón y el resto de personajes que os he citado al inicio de este texto, y en el año 2011 ya os confesaba que para mí era un sueño si conseguía conocerlo y tener una dedicatoria del maestro. Y lo conseguí.
No os lo conté, pero en el lanzamiento de “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo” me enteré de que hacía en un centro comercial de la zona sur de Madrid una firma de tebeos, y allí me presenté. En un momento muy complejo de mi vida, he de decir, tuve la oportunidad de ir a conocerle, y como muchos y muchos de nosotros hemos hecho cuando le hemos visto, le dije lo mucho y feliz que me había hecho su trabajo. Me hice una foto, le di la mano (no con la que dibujaba que esa la cuidaba mucho), y me llevé mi tebeo dedicado y firmado.

Figura 5: Los de la colección Olé con “El caso del Calcetín

Pero es que mi amor por Mortadelo y Filemón y el trabajo de Francisco Ibáñez es muy grande, tanto que aunque no he conseguido todos mis objetivos, he estado peleando por demostrarle este amor. Este año, pedí a mis compañeros de la Fundación Telefónica que le hiciéramos un homenaje, que viéramos la forma de demostrarle lo importante que ha sido su obra en este país. Y lo intentamos, pero ya nos dijo que no quería hacer actos públicos.
Esto se lo contaba esta misma semana a mi compañero Pablo, mientras cenábamos el pasado miércoles en las instalaciones de Telefónica en Buitrago de Lozoya. Le contaba que teníamos que conseguir que en Madrid hubiera un escultura de Mortadelo y Filemón. Que si fuera por mí, estarían en el Distrito C de Telefónica en el centro del lago, o en una de las plazas. Porque la generación que nos hemos criado, que hemos tenido una vida más llevadera y más feliz, gracias a él, somos muchos. Y había que agradecerlo.

Figura 7: Yo me he comprado hoy mismo El Mundial 2022 de fútbol
y el de El mundial 2023 de Baloncesto para engrosar mi colección.
Yo no sé si conseguiré que este país, tan acostumbrado a quemar a sus héroes, reaccione y valore la obra de este genio del humor que ha sido capaz de hacernos reír con todos los hechos históricos de este país. Las olimpiadas, los mundiales, la corrupción, la mafia, la llegada a la luna, o la máquina del cambiazo. Podría citaros las historietas que más me han gustado, pero son muchas. Los inicios de El sulfato atómico, el profeta Jeremías, el premio No-Vel, o cualquiera de las innumerables aventuras son maravillosos, y luego la ristra de desventuras constantes con el Profesor Bacterio, Ofelia y el Superintendente Vicente. Delicias de obras de arte. 
Solo espero que su legado sea reconocido todo lo grande que es, y que el amor que muchos hemos tenido a todo lo que ha hecho, le haya dado algo de calor a lo largo de su vida, porque a nosotros nos dio mucho, mucho, mucho con sus lápices. Gracias Don Francisco Ibáñez por todo.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)  


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Gustavo Genez

Informático de corazón y apasionado por la tecnología. La misión de este blog es llegar a los usuarios y profesionales con información y trucos acerca de la Seguridad Informática.