Ventajas e inconvenientes de las cámaras IP con grabación en el Cloud
En los últimos años, los principales fabricantes de cámaras IP domésticas han incorporado la funcionalidad de grabar todo lo que ocurra y almacenarla en la propia nube del fabricante que estemos usando, subiendo automáticamente los clips de vídeo cuando detecta movimiento y/o sonido. Esto nos permitirá tener siempre disponibles en la nube todas las grabaciones, sin embargo, esta grabación en el Cloud tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Hoy os vamos a explicar todos los puntos fuertes y puntos débiles de la grabación en la nube, para que decidas si te merece la pena tener una cámara IP doméstica con esta opción o no.
Puntos fuertes de la grabación en la nube
La posibilidad de grabar en la nube o Cloud todo lo que esté ocurriendo es algo bastante interesante, porque nos permite acceder a la nube del fabricante desde cualquier lugar, sin necesidad de conectarnos de forma remota a la cámara, haciendo uso de servicios VPN ni tampoco accediendo a un dispositivo NVR que nosotros tengamos, tanto instalado de forma individual como a través de un servidor NAS que tenga software compatible con las funciones de NVR.
A continuación, os vamos a enseñar todos los puntos fuertes que tiene la grabación en la nube de las cámaras IP domésticas.
Acceso desde cualquier lugar a las grabaciones
Cuando una cámara IP doméstica sube los clips de vídeo en la nube, eso significa que estarán disponibles para todos los usuarios de la aplicación o el servicio en la nube del fabricante, por supuesto, solamente accederán a estas grabaciones quien tenga permiso para ello. Con tan solo tener una conexión a Internet tendremos acceso a todas las grabaciones, y también a un histórico de todas las grabaciones que ha realizado la cámara en las últimas horas, días e incluso semanas. Dependiendo de las características de la nube del fabricante, podremos tener más histórico o menos histórico.
Para que la cámara IP pueda subir todo a la nube del fabricante, es totalmente imprescindible tener una conexión a Internet, si tienes una red donde la videovigilancia no tenga acceso a Internet, esta característica no te funcionará, porque es fundamental que las cámaras tengan acceso con su Cloud. Hay cámaras IP que permiten el acceso local y también remoto a través del Cloud, pero la gran mayoría de cámaras siempre hacen uso del Cloud aunque estés en la misma red local.
Protección contra robos
Si tenemos una cámara IP Cloud instalada en nuestra casa y entran a robar, lo más probable es que también se lleven la cámara de videovigilancia, o al menos, la tarjeta micro SD para el almacenamiento local. En estas situaciones la cámara IP no nos habrá servido de nada, solamente recibiremos una notificación indicando que se ha detectado movimiento, pero no veremos ningún clip de vídeo ni absolutamente nada más.
Por este motivo, al tener una grabación automática en la nube, no importa que se lleven la cámara porque el clip de vídeo ya se habrá subido al Cloud del fabricante, por lo que no hay ningún tipo de almacenamiento local que robar. Gracias a estas grabaciones, podremos saber todo lo que ha ocurrido en nuestro hogar.
En el caso de que haya un incendio o desastre natural, el Cloud también juega a nuestro favor debido a que podremos ver todo lo que ha ocurrido en nuestro hogar, y podremos ver en detalle qué ha ocurrido. Si solamente tuviéramos almacenamiento local, seguramente esa cámara IP habrá quedado tan dañada que no podremos ver absolutamente nada de lo que hubiera grabado.
Seguridad de los clips grabados
La grabación local en una tarjeta micro SD no tiene ninguna garantía de privacidad y seguridad. Si almacenamos los clips de vídeo en la tarjeta micro SD, cualquiera podría ver estos clips al retirar la tarjeta micro SD, tan solo necesita tener acceso físico a la cámara, por lo que podría espiarnos y pondremos en riesgo nuestra privacidad y seguridad.
Si estos vídeos los subimos el Cloud del fabricante estarán a salvo de miradas indiscretas, todos los vídeos en la nube se almacenan cifrados, y solamente podremos acceder a ellos a través del servicio del fabricante e iniciando sesión con nuestras credenciales de usuario. De esta forma, todas las grabaciones estarán protegidas con credenciales de usuario para acceder a ellas, no como en el almacenamiento local que esto no es posible.
No necesitas un NAS ni NVR
Si quieres almacenar clips de vídeo o toda la grabación de las cámaras IP, es necesario contar con un servidor NAS o un NVR dedicado. Esto tiene un coste adicional bastante importante, porque un servidor NAS ronda los 400€ con discos duros incluidos, aunque un NVR es más económico pero solamente puede hacer las funciones de NVR, y no muchas otras como ocurre con los NAS. En el caso de que quieras almacenar las grabaciones de forma local, os recomendamos usar un servidor NAS que tenga un software dedicado exclusivamente a la videovigilancia.
Al tener grabación en la nube, no necesitamos almacenar las grabaciones en un NAS o NVR, porque lo importante ya está subido en la nube, por lo que nos ahorramos tanto la compra del equipamiento como también el mantenimiento y gasto de luz. Un detalle muy importante, es que algunas cámaras IP Cloud cuando las estamos controlando con un NVR o un NAS, no permiten el acceso a ellas a través del Cloud, por lo que tampoco tendremos grabación.
Facilidad de instalación y configuración
Cuando compramos una cámara IP Cloud, lo único que tenemos que hacer es instalarla siguiendo el asistente de configuración paso a paso de la aplicación, y posteriormente activar la grabación en la nube del fabricante. Todo es muy fácil de hacer y no tiene ningún tipo de complejidad. Si decides instalar una tarjeta micro SD de forma local, el proceso también es muy sencillo pero tiene los inconvenientes que hemos hablado anteriormente.
No obstante, si decides almacenar las grabaciones en tu propio Cloud (nube privada) ya sea en un NAS o en NVR, necesitarás de los conocimientos necesarios para configurar correctamente el servidor de grabaciones y también la comunicación con la cámara IP, por lo que es claramente más complicado que simplemente activar la función de grabación en la nube de los diferentes fabricantes, que es apto para cualquier persona.
Inconvenientes del Cloud
Aunque usar el almacenamiento en la nube tiene muchos puntos fuertes, no todo es tan bonito como parece, también tiene sus puntos débiles que debemos tener muy en cuenta antes de comprar una cámara IP de videovigilancia con esta funcionalidad.
Conexión a Internet siempre
El primer inconveniente es obvio, para que pueda funcionar la grabación en la nube es absolutamente necesario tener siempre una conexión a Internet. Todas las cámaras IP se conectan generalmente vía WiFi en la banda de 2.4GHz, por lo que tenemos que tener un buen router capaz de proporcionar gran cobertura y velocidad WiFi en esta banda de frecuencias. Hay modelos de cámaras que también soportan la banda de 5GHz, ideal para subir los vídeos grabados rápidamente y sin interferencias, e incluso hay modelos más avanzados que disponen de conectividad Ethernet para no tener que utilizar el WiFi.
Independientemente de la forma de conexión, es necesario tener un buen ancho de banda de Internet para que los vídeos se suban a la máxima velocidad posible, y que tengamos una estabilidad de la conexión a Internet, de lo contrario los vídeos podrían subirse corruptos, por lo que no podríamos verlos correctamente. También es muy importante dotar a nuestro router y cámara IP de un SAI, con el objetivo de que si un ladrón entra en casa y accede al cuadro eléctrico, no nos quedemos sin alimentación en estos dos dispositivos tan importantes.
Clips de vídeo fuera de nuestro control
Si los clips de vídeo los almacenamos en una tarjeta micro SD, en un servidor NAS con gestión local donde hayamos instalado un software de videovigilancia, e incluso un dispositivo NVR, todos los vídeos y clips de vídeo están bajo nuestro control, porque los tenemos físicamente con nosotros.
En el caso de subir los vídeos a la nube, perdemos este control porque pasarán a estar en los servidores del fabricante. Si no te fías demasiado de los fabricantes para almacenar los clips de vídeo, entonces la grabación en la nube no es para ti. Otro aspecto negativo es que si hay un problema de seguridad en sus sistemas, nuestros clips de vídeo se podrían ver comprometidos si no están correctamente cifrados o encriptados, por lo que es algo que debemos tener muy presente si vamos a utilizar la grabación en la nube.
Pagar por usar la nube
Algunos fabricantes de cámaras IP como D-Link, al principio proporcionaban grabación en la nube de forma completamente gratuita, pero con limitaciones en comparación con las modalidades premium. La mayoría de fabricantes que proporcionan grabación en la nube lo hacen bajo suscripción mensual o anual, dependiendo del fabricante tendremos un periodo de un mes o un año (como D-Link) para probar el servicio, pero finalmente siempre tendremos que pagar por utilizar esta funcionalidad.
¿Merece la pena la grabación en el Cloud para nuestra cámara? En nuestra opinión creemos que sí, hay fabricantes como D-Link que la suscripción es a nivel de cuenta, por lo que podremos añadir a la grabación en la nube desde 3 hasta 10 cámaras, sin embargo, otros fabricantes como EZVIZ tienen suscripción a nivel de cámara, por lo que sale más caro. Dependiendo del fabricante tendremos unas tarifas u otras, y debemos fijarnos muy bien en los precios a largo plazo.
Conclusiones
Tal y como habéis visto, la grabación en la nube no siempre es buena, debes pensar si realmente te merece o no la pena valorando tanto los puntos fuertes como los puntos débiles de esta funcionalidad tan interesante que la mayoría de cámaras IP Cloud domésticas incorporan. En nuestra opinión creemos que sí merece la pena en la mayoría de escenarios domésticos, porque es muy fácil de configurar y funciona realmente bien.
En el caso de que seas un usuario más avanzado, es posible que ya te hayas montado tu propio sistema de videovigilancia con un servidor NAS que automáticamente replica los clips de vídeo a un almacenamiento en la nube tipo Google Drive o Dropbox. Servidores NAS como los de QNAP disponen de QVR Pro/QVR Elite que nos permiten visualizar en tiempo real todo lo que ocurre con la cámara, además, también nos permite almacenar grabación continua o disparada por eventos. Gracias a este sistema, puedes acceder de forma remota a las cámaras haciendo uso de las apps para smartphones y tablets. En estos casos la grabación en la nube no es para ti, porque ya tienes montado todo el sistema y no te merecerá la pena subir los clips de vídeo a los servidores del fabricante, y además, pagar por este servicio.
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