El streaming deportivo enfrenta alzas de costos de derechos de transmisión

Los partidos de futbol se han convertido en un dolor de cabeza para las streaming . La pelea por la adjudicación de los derechos de transmisión de las justas deportivas ha generado que sus costos se eleven, provocando que sea más complicado para las plataformas retenerlos en sus catálogos. Fox Sports es la streaming que enfrenta esta situación. La plataforma que apostaba por la exclusividad de las justas deportivas ha perdido de manera reciente los partidos de Liga MX, al terminar su relación contractual con el Club Juárez, uno de los últimos equipos que aún formaban parte de su portafolio, debido a diferencias contractuales, según informó el equipo en un comunicado de prensa.

A esta salida se sumará el torneo de la Concacaf Champios Cup por el incumplimiento de pagos de derechos de transmisión que ha escalado a una demanda de la propia Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf). La empresa actualmente enfrenta problemas financieros para hacer frente a sus obligaciones contractuales. Expansión solicitó información a Fox Sports sobre la pérdida de ligas deportivas y las opciones que tiene para compensar a los suscriptores que aún cuentan con su servicio, pero no emitió comentarios. Expertos consultados por este medio aseguraron que las streaming enfrentarán mayores retos para hacerse de derechos de transmisión deportiva debido a que se ha convertido en uno de los activos clave para el negocio de las plataformas, al ser de los contenidos más solicitados por las audiencias. “Cada vez será más difícil que alguna plataforma pueda contar con la exclusividad de una sola liga deportiva porque los derechos de transmisión de los juegos se están pulverizando y los propios equipos prefieren vender sus partidos a diferentes ventanas con miras a que sus partidos sean visto no sólo en México sino en otros países”, explicó Claudia Benassini, especialista en temas de televisión restringida y plataformas digitales e investigadora de la Universidad La Salle. La transmisión de un partido deportivo depende completamente de los equipos de futbol, pues son los dueños de esos derechos y quienes firman los contratos con televisoras y con las empresas de streaming. Este tipo de convenidos pueden durar un año o incluso seis meses. Marco Liceaga, vicepresidente Ejecutivo de adquisiciones de derechos deportivos y asociaciones comerciales de TelevisaUnivision, reconoció que la adquisición de contenidos deportivos se ha vuelto más complejo y caro, puesto que más de cuatro plataformas desean una misma liga “y esto genera inflación en las propiedades deportivas más relevantes”. “Cuando la empresa quiere comprar algo siempre les advierto a los directivos de los riesgos de no hacer una buena evaluación de los contenidos que se desean adquirir, por eso antes de comprar un paquete de derechos revisamos los ratings de cada liga para tener claridad sobre el retorno de la inversión y la posibilidad de hacernos de más suscriptores”, detalló Liceaga en el marco del foro Nextv Series México del año pasado. El directivo incluso recordó el caso de una plataforma que adquirió dos paquetes de derechos de futbol europeo por una cantidad ‘estratosférica’ y después de dos años no supo qué hacer con esa liga, “y todo porque realizó una mala evaluación”. La migración de los eventos deportivos hacia el streaming es una estrategia cada vez más adoptada por las compañías a nivel mundial, en respuesta a la forma en que las audiencias consumen este tipo de contenido en la actualidad. El 30% de los suscriptores de streaming en México paga por servicios on demand deportivos, lo que posiciona al país como uno de los mercados más ávidos de la región para este tipo de productos. Según la consultora Bango Latam Consumer. Además, la firma Research and Markets proyecta que el mercado global del streaming deportivo alcance un valor de 87,000 millones de dólares hacia 2028. Radamés Camargo, analista de la consultora The Ciu, dijo que la situación que atraviesan las propias plataformas para hacerse de contenidos deportivos es sólo una muestra de cómo se seguirán fragmentando las transmisiones deportivas, trayendo como consecuencia mayores problemas para las audiencias quienes cada vez deben buscar en dónde mirar los partidos de sus equipos, pero también a un costa cada vez más elevado, porque al final los sobreprecios de los derechos de transmisión son trasladados a los consumidores.

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