Seguridad

40 años del Oscar de José Luis Garci merecen una fiesta con amigos

Tuve la suerte de conocer a José Luis Garci por una coincidencia del azar. El periodista Pedro Simón quiso sentar a alguien muy amante de la tecnología como soy yo, con alguien que sigue amando la tecnología de su juventud, y que ha decidido no pasarse a los teléfonos inteligentes. Desde aquella conversación en el año 2018 nació una relación de amistad entre ambos, y una profunda admiración en mí hacia la persona que es José Luis.
Nos juntaron, y hablamos de todo y de más con Pedro Simón de testigo. Nos reímos. Nos abrazamos. Nos emplazamos para la próxima. Y hubo otra más. Y otra más. Y muchas más. Y así se forjó una amistad que cuidamos con abrazos, aventuras, fútbol, y debates infinitos. Así fue nuestro Encuentro Impar.
Os mentiría si no os dijera que cada poco tiempo lo llamo para ver cómo se encuentra, y que cada poco me recuerdan los mensajes que me envía desde la radio. Y es que es imposible no querer a José Luis Garci. Pero lo mejor es cuando lo rapto para ir a cenar o a ver el fútbol. Para ir a tener un debate con gente de todo tipo, y disfrutar de una cena. Si es que José Luis Garci es un conversador nato con el que no te puedes aburrir.
Nos vamos a visitar el Metropolitano con David Summers, y nos dan las 8 de la tarde con la sobremesa hablando de boxeo, de hacer cine en USA y de lo grande que era Manolo. Quedamos a comer con Krespo o Willy Barcenas, y el debate es infinito. De música, de cine, de bandas sonoras. Nos juntamos con Iker Casillas y Michel, y las aventuras sobre los mundiales de fútbol no se acaban. Y si nos vamos con Augusto Ferrer-Dalmau, pues de historia, de cine histórico, y de las armas en Barry Lyndon. Y es que José Luis Garci se apunta a un mus o un póker, a una pachanga o a la Champions.

«Los milagros en el Bernabeú durante la Champions«, me dice cuando llevamos a Mi Survivor con su abuelo Pepe a ver el fútbol. «¿Hoy vamos a recoger a José Luis?«, me dice mi hija cuando en día de partido enfilamos Atocha para ir a casa de José Luis Garci. «Claro, cariño, ya sabes que el también es del Atleti como tú«. Y nos vamos a sufrir al Metropolitano. «¡Devuélvemelo entero!«, me dice desde la ventana su mujer cuando me lo llevo a comer o al fútbol. 

Y hablamos. Y me pregunta por el Spotify. «Pon una de Sinatra«, me dice. Y buscamos en IMDB qué rating le da la gente a películas clásicas. Y nos vamos a cenar con Rodrigo CortésArturo González-Campos y Arturo Pérez-Reverte para que juguemos a «la mejor película de mafiosos«. Y Arturo y Rodrigo, como niños, juegan con José Luis a recordar los guiones, y el trabajo de las «camaramen«. Y hablamos de la nueva de James Bond o de lo difícil que es hacer cine en este país. Y le felicita José LuisRodrigo, «¡Qué buena película es «el amor en su lugar«, Rodrigo!«. Y me los llevo a casa, al cine español, en el malignomovil.
Tengo la suerte de poder disfrutar de la persona que es el genio José Luis Garci, de que se venga a cenar con los 50 Chuletones de Grey, de que vayamos al estadio con Juan Luis Cano a ver otro partido del Atleti. Y verlo ganar, empatar y perder. Y nos llamamos antes de los partidos. O después. Y me pregunta por Mi Survivor: «¿Cómo está después del gol de Carrasco?».  O me dice: «¡Que te he visto en Horizonte con Iker Jiménez y con Carmen Porter! ¿Eres tú o eres un clon?«

Y nos vamos a tomar unas gambas, que Augusto, David, y Úbeda tienen comida. O se van a ellos, y se acuerdan de mí y me mandan un brindis mientras yo estoy en la lejanía. Porque José Luis es especial, como persona. Como amigo. Como colega. «José Luis, que nos vamos a la presentación de El Italiano, de Arturo«, y ahí se viene. Y le robo el texto y lo enmarco para el maestro Arturo. Y me trae sus libros «Para que leas en los viajes«, y me pide las películas que más me gustan. Y yo le pido que me firme el guión de esa película que no ha filmado aún, pero que yo ya he visto por sus textos, y por su voz. Que nos ha contado en mi despacho. 

Ese es José Luis Garci para mí. Un amigo al que tengo que llamar a varios números fijos por España porque no tiene móvil. O al que tengo que localizar cuando le pierdo la pista por «Josito«. Al que acompañé el día que estrenó El Crack 0. Una persona emotiva. Que se emociona con los abrazos. Con los aplausos. Uno muy grande que presume de ser pequeñito. Que cuando Arturo Pérez-Reverte y yo nos animamos a hacerle un pequeño homenaje con motivo del 40 aniversario de su Oscar, nos dice: «Con que estén mis amigos me vale«. 
Y es que imposible no admirarle. Es imposible no quererle. Es José Luis Garci. Así que, habiendo muy poquitas plazas, porque vienen muchos amigos, la Fundación Telefónica y Zenda Libros, hemos querido rendirle este pequeño homenaje el próximo día 11 de Abril de 2023, día en que se hacen justo, justo, justo, los 40 años de aquel día en el que el cine español consiguió su primer Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa para España.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)  

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Gustavo Genez

Informático de corazón y apasionado por la tecnología. La misión de este blog es llegar a los usuarios y profesionales con información y trucos acerca de la Seguridad Informática.