Por qué el Wi-Fi tiene buena señal pero se corta y va lento
Las conexiones inalámbricas son muy utilizadas hoy en día para navegar por Internet. Tenemos a nuestra disposición un amplio abanico de opciones en este sentido. Podemos conectarnos desde dispositivos móviles muy variados. Sin embargo en ocasiones puede haber problemas. Podemos tener limitaciones, pérdida de velocidad y fallos. Vamos a hablar en este artículo de por qué a veces el Wi-Fi llega con máxima señal, pero se corta o la velocidad es muy débil.
El Wi-Fi llega bien pero no funciona correctamente
Normalmente cuando tenemos problemas de velocidad de Internet es porque la cobertura no llega bien. Nos conectamos con el ordenador y vemos que la señal llega muy débil, con poca potencia. Pero hay otros factores que pueden influir. Incluso podríamos ver que la señal llega a tope o casi al máximo, pero la red se corta o la velocidad es muy lenta.
Esto puede deberse a diferentes motivos que debemos controlar. Para conectarnos adecuadamente debemos tener una buena configuración, dispositivos que funcionen bien, no cometer errores, que no haya otros equipos consumiendo recursos, etc.
Podemos decir que hay pequeños detalles que pueden hacer que pasemos de tener una muy buena velocidad de Internet a una muy lenta. Incluso con la máxima cobertura podríamos tener fallos de este tipo que afecten al rendimiento.
Por qué se corta el Wi-Fi
¿Por qué va lento el Wi-Fi si tengo buena señal? Esa pregunta se la hacen en ocasiones los usuarios. Ven que el ordenador está conectado correctamente a la red, pero al intentar navegar, usar programas o cualquier plataforma, hay problemas de conectividad. Las razones son muy diversas, como vamos a ver.
Conectados a un repetidor con mala señal
En muchas ocasiones no nos conectamos directamente al router. En nuestra vivienda, lugar de trabajo o cualquier espacio donde nos conectemos a un Wi-Fi, podemos utilizar repetidores de señal. Hay amplificadores, dispositivos PLC, sistemas Mesh…
Ahora bien, podría ocurrir que estemos conectados a uno de esos dispositivos y tener la máxima cobertura, pero en cambio ese repetidor está conectado a un router que se encuentra muy lejos y la señal que recibe es muy débil.
Esto lógicamente va a provocar que nos llegue una señal floja, tengamos mala velocidad y que incluso se corte. Para evitar esto tendríamos que colocar en otro lugar el repetidor. A veces lo ponemos en una zona muerta o donde recibe poca potencia y eso deriva en lo que comentamos.
El router o punto de acceso están saturados
Otra cuestión a tener en cuenta es que el router o punto de acceso al que nos conectamos está muy saturado. Esto especialmente ocurre cuando nos conectamos en un centro comercial, aeropuerto o cualquier lugar donde hay muchos usuarios.
La señal nos llega bien, vemos en el ordenador que la potencia está al máximo o casi, pero la velocidad que nos llega es muy limitada. Intentamos abrir una página o cualquier programa y notamos que no funciona bien. Incluso podría llegar a cortarse y tener que volver a conectarnos.
La razón en este caso sería que hay demasiados dispositivos conectados y eso provoca una saturación. El punto de acceso no puede gestionar correctamente las solicitudes y nos envía una mala señal.
Tenemos algún malware en el sistema
Son muchas las variedades de software malicioso que puede afectar a nuestros equipos. Pueden llegar por métodos muy diversos, como la instalación de programas inseguros, abrir algún archivo peligroso por correo, hacer clic en un enlace que pueda infectarnos…
Esto también podría afectar al rendimiento de la red, lógicamente. Podría provocar una pérdida de velocidad de Internet y cortes. Esto ocurriría independientemente de la señal que nos llegue. Podemos estar conectados a un router con una señal muy potente, pero un virus o troyano estar consumiendo recursos y afectar al rendimiento.
Para evitar esto no hay mejor opción que contar con programas de seguridad. Podemos contar con una gran cantidad de antivirus, firewall y otras herramientas que de una u otra forma pueden ayudarnos a mantener los sistemas protegidos. Es algo que debemos aplicar en todo momento y sin importar qué tipo de sistema operativo estamos utilizando.
Problema con la tarjeta de red
La tarjeta de red es una pieza fundamental para que la conexión funcione correctamente. Es lo que va a permitirnos navegar por Internet, enviar y recibir información. Cada dispositivo tiene una y debemos lograr que funcione correctamente.
Podemos tener algún problema con la tarjeta y esto provocar pérdida de señal, pese a que nos llegue correctamente. Podemos sufrir limitación de velocidad y, en definitiva, problemas. Esto especialmente podría ocurrir si estamos utilizando un firmware desactualizado. Es por ello que siempre debemos contar con las últimas versiones. Eso sí, también podría ser un problema a nivel de hardware, algún fallo con el propio dispositivo.
Para actualizar el firmware de la tarjeta de red en Windows tenemos que ir a Inicio, entramos en Administrador de dispositivos, pinchamos en Adaptadores de red y allí elegimos la tarjeta que nos interesa, hacemos clic con el botón derecho del ratón y le damos a Actualizar controlador.
Estamos usando una banda incorrecta
Como sabemos, hoy en día podemos conectarnos al Wi-Fi a través de la banda de 5 GHz y también de 2,4 GHz. Cada una de ellas es mejor en determinadas circunstancias. Esto hace que haya pérdida de velocidad en caso de estar conectados a la que peor nos viene en ese momento.
Si hablamos de velocidad, la banda de los 5 GHz es la mejor. Sin embargo es más inestable y tiene menos distancia. En cambio la de 2,4 GHz tiene una velocidad inferior, pero podemos conectarnos sin problemas desde una mayor distancia. ¿Qué ocurre si estamos conectados a esta última y tenemos la máxima señal? Aunque nos llegue una cobertura óptima no tendríamos buena velocidad.
Uso de la conexión por otros equipos
Otra posibilidad más que debemos mencionar es que haya otros dispositivos consumiendo recursos. Podríamos tener problemas de velocidad por este motivo. Nos llega la señal correctamente, pero no podemos lograr un rendimiento óptimo al haber otros equipos usando la red.
Hay que tener en cuenta que esto ocurrirá especialmente en conexiones más lentas. Podríamos tener más limitación y no poder navegar con normalidad.
En definitiva, estas son algunas de las principales razones por las cuales el Wi-Fi se corta o va lento incluso si nos llega la máxima señal. Tener una cobertura óptima no es sinónimo de tener una máxima velocidad en todos los casos. Hay otros factores que pueden influir y que debemos tener en cuenta para lograr un rendimiento mejor. Podemos cambiar la configuración, mejorar los repetidores que usamos, actualizar la tarjeta de red… Todo esto ayudará.
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