La IA generativa: cuando la potencia necesita enfriarse

El auge de la inteligencia artificial generativa está transformando el panorama tecnológico a una velocidad sin precedentes. Modelos capaces de crear texto, imágenes, música o código han dejado de ser una promesa lejana para convertirse en herramientas cotidianas que impulsan la innovación en sectores tan variados como la sanidad, la automoción, las finanzas o el entretenimiento. Sin embargo, detrás del impacto visible de la IA generativa se esconde un desafío técnico absolutamente esencial: la gestión térmica de los centros de datos donde esta revolución cobra vida. Y sí, tiene implícita la preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad.

Cuando hablamos de IA generativa, la conversación suele girar en torno a la capacidad de procesamiento, la velocidad de entrenamiento de modelos, el gasto que generan o la eficiencia de los algoritmos. Pero hay una realidad quizá algo menos conocida fuera del sector: solamente los más entendidos comprenden la importancia que supone gestionar de forma eficiente la enorme cantidad de calor que generan los chips y servidores encargados de ejecutar estos complejos cálculos.

La demanda energética de los centros de datos dedicados a IA puede multiplicar varias veces la de instalaciones tradicionales, con densidades de potencia que superan los 50 kW por rack e incluso alcanzan los 100 kW en casos avanzados. Es fácil verlo si miramos los datos en España, y nos damos cuenta de que no es una cifra menor. El consumo energético de los centros de datos ha crecido un 20% en los últimos seis meses. Además, se prevé que alcance el 3,6% del consumo nacional para 2030, triplicando los valores actuales.

Este salto cuantitativo implica que los sistemas de refrigeración convencionales, que están diseñados para cargas mucho menores, resultan insuficientes. ¿Una de las mayores preocupaciones? Que el calor termine por producir fallos críticos, interrupciones del servicio y o que acorte significativamente la vida útil de los equipos. Además, el aumento del consumo energético asociado a la refrigeración puede comprometer tanto a la sostenibilidad ambiental como la viabilidad económica de los proyectos de IA. 

Por cierto, cabe destacar que, en España, el 60% de la generación eléctrica ya proviene de fuentes renovables, lo que contribuye a mitigar el impacto ambiental de este crecimiento, mientras que en Portugal esta cifra asciende al 80%.

La refrigeración es un pilar estratégico de la infraestructura digital

Según Mario Vasconcelos, Sales Director Enterprise Accounts, Spain & Portugal de Vertiv, “La IA generativa ha cambiado las reglas del juego en los centros de datos. Hoy, el éxito de cualquier iniciativa de inteligencia artificial depende tanto de la potencia de cálculo como de la capacidad para disipar el calor generado. Una estrategia de refrigeración eficiente es imprescindible para habilitar la innovación y garantizar la continuidad operativa”.

Esta visión integral de la infraestructura digital obliga a repensar la forma en que se diseñan, gestionan y optimizan los entornos de misión crítica. Ya no basta con instalar más servidores o aumentar la capacidad eléctrica; es necesario abordar el reto térmico desde el inicio, integrando soluciones avanzadas que permitan escalar la IA sin sacrificar fiabilidad ni sostenibilidad.

Cuando hablamos de IA generativa, la conversación suele girar en torno a la capacidad de procesamiento, la velocidad de entrenamiento de modelos, el gasto que generan o la eficiencia de los algoritmos

Es interesante resaltar, a nivel sostenibilidad, que los sistemas actuales suelen operar con temperaturas de agua de entrada y salida de 24°C y 18°C respectivamente, pero ya se está viendo como algunos los nuevos proyectos de IA permiten trabajar con temperaturas más elevadas, lo que facilita la recuperación de calor residual y mejora la eficiencia energética del sistema. Además, el uso de ‘free cooling’, que aprovecha el aire exterior, se está consolidando como una solución sostenible y ampliamente adoptada en España, reduciendo la necesidad de enfriadores mecánicos.

Soluciones innovadoras que plantan cara a un desafío global

Vertiv, líder en soluciones de infraestructura crítica, ha desarrollado una gama de tecnologías específicas para responder a las exigencias de la IA generativa. Entre ellas destacan los sistemas de refrigeración líquida directa al chip, que permiten extraer el calor justo en el punto donde se produce, logrando una eficiencia que sería prácticamente imposible para los métodos tradicionales basados únicamente en aire. Resulta especialmente relevante en aplicaciones de alto rendimiento, donde la densidad de potencia por servidor supera ampliamente los estándares previos. 

Además, Vertiv también apuesta por sistemas híbridos que combinan refrigeración líquida y aire, adaptándose dinámicamente a las necesidades cambiantes de cada carga de trabajo. La integración de sensores inteligentes y plataformas de gestión avanzada permite monitorizar en tiempo real las condiciones térmicas, anticipar posibles incidencias y optimizar el consumo energético global del centro de datos.

Existen sistemas de distribución de refrigerante diseñados para entornos de alta densidad que facilitan la transición hacia arquitecturas de refrigeración líquida sin necesidad de rediseñar completamente la infraestructura existente. Este tipo de innovaciones permite a los operadores de datacenter afrontar el crecimiento explosivo de la IA generativa manteniendo el control sobre costes, sostenibilidad y fiabilidad.

Las soluciones de Vertiv están diseñadas para maximizar el aprovechamiento energético, reducir el uso de agua y minimizar el impacto ambiental, alineándose con las mejores prácticas internacionales y los objetivos de descarbonización del sector.

En última instancia, la verdadera revolución de la IA generativa reside en la capacidad de crear entornos resilientes, eficientes y sostenibles que permitan a la tecnología desplegar todo su potencial. Como señala Mario Vasconcelos de Vertiv: “La innovación en inteligencia artificial requiere una visión holística. No podemos separar la ambición de lo que queremos lograr de la responsabilidad de cómo lo hacemos posible. En este sentido, la refrigeración es tan estratégica como la propia computación”.