¿Es posible un futuro digital sostenible?

España avanza con paso firme hacia convertirse en uno de los principales hubs de centros de datos de Europa. Su localización estratégica, una infraestructura de fibra y 5G consolidada y el interés de gigantes como Meta, Microsoft y Amazon están impulsando este auge. Sin embargo, este crecimiento también plantea preguntas urgentes sobre sostenibilidad, especialmente en un país donde el 75% del territorio está en riesgo de desertificación.
El desarrollo de centros de datos requiere grandes cantidades de agua para refrigeración y consume enormes volúmenes de energía. Solo en 2023, apenas el 41% de los operadores informaron sobre su consumo hídrico, y casos como el de Meta en Talavera de la Reina — con un consumo final 16 veces superior al estimado — han encendido todas las alarmas. Además, se proyecta que el consumo de agua de los centros de datos en España aumente un 26% anual hasta 2029, alcanzando los 88.970 millones de litros al año, lo que pone en riesgo los recursos naturales.
Energía verde: oportunidad y reto
Una de las respuestas más sólidas a este reto está en la transición energética. España ha avanzado con decisión en el desarrollo de energías renovables y su adopción por parte del sector tecnológico. Actualmente, el 55% de los centros de datos en España ya operan con energía limpia certificada —superando la media de la UE— y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé un incremento de 50 GW en capacidad renovable para 2030.
Sin embargo, el despliegue renovable por sí solo no resuelve el problema si no se acompaña de una planificación territorial y tecnológica responsable. El uso intensivo de electricidad en refrigeración, por ejemplo, puede llegar a neutralizar las ventajas ambientales de las fuentes limpias si no se optimizan los sistemas. De ahí la urgencia de combinar el crecimiento del sector con decisiones más inteligentes en términos de eficiencia.
El valor del hardware circular
Si bien el consumo de energía y agua son los mayores desafíos para los centros de datos en términos de sostenibilidad, también es importante considerar el panorama general al repensar los ciclos de vida del hardware y la adquisición de equipos.
A pesar de que el auge de los centros de datos en España representa una fantástica oportunidad de mercado, esta no será sostenible a largo plazo si no pensamos ya en el futuro
Al optar por la compra de hardware circular, se puede minimizar el impacto ambiental de la fabricación de nuevos equipos, al mismo tiempo que se generan ahorros sustanciales, se mejora la disponibilidad de los equipos y se obtiene una modularidad excelente con infraestructuras adecuadas para cada propósito.
La circularidad no solo trata de eficiencia, sino de resiliencia. Reduce la exposición a riesgos ambientales, regulatorios y reputacionales. De manera más importante aún, ofrece una vía para el crecimiento digital que no depende de un consumo lineal de recursos cada vez más limitados y finitos.
Construir el presente sin hipotecar el futuro
España tiene el potencial de liderar no solo en capacidad digital, sino en responsabilidad ambiental. Pero para lograrlo, las decisiones deben tomarse hoy: desde la exigencia de mayor transparencia en el uso de recursos por parte de las empresas, hasta la adopción de políticas que equilibren el desarrollo tecnológico con la protección de los recursos naturales y los ecosistemas locales.
A pesar de que el auge de los centros de datos en España representa una fantástica oportunidad de mercado, esta no será sostenible a largo plazo si no pensamos ya en el futuro. Minimizar el impacto ambiental de la infraestructura tecnológica nueva y existente debería ser una prioridad para cualquier operador, y no necesariamente debe afectar a sus resultados económicos: un uso más responsable de la energía y el compromiso con la circularidad ofrecerán a cualquier empresa una ventaja competitiva sólida.
¡Demostremos que el progreso tecnológico y la sostenibilidad pueden crecer juntos!
Powered by WPeMatico