Triunfo de McLaren en el GP de España, con la estrategia definida por los datos

El Gran Premio de España 2025 ha sido mucho más que una batalla en el circuito. Mientras los focos se centraban en el dominio absoluto de Oscar Piastri en Montmeló (que firmó su quinta victoria de la temporada liderando un contundente doblete de McLaren con Lando Norris en segundo lugar, y Charles Leclerc completando el podio), en los bastidores tecnológicos de la Fórmula 1 también se vivía un pulso apasionante.

Y es que este fin de semana ha sido, una vez más, una demostración de cómo los centros de datos, la inteligencia artificial y la nube están redefiniendo la experiencia del GP, tanto para equipos como para los más de 750 millones de fans alrededor del mundo.

En conversación con Amie Smith, Head of IT Systems and Support de F1, nos explicó cómo se articula esta infraestructura invisible que sostiene el espectáculo: “Estamos trabajando codo a codo con Lenovo para llevar la conectividad, la velocidad y la eficiencia al siguiente nivel. Desde la pista hasta el centro de datos, todo debe ser inmediato”, subraya.

Desde su entrada como Global Technology Partner, Lenovo ha desplegado una combinación de servidores móviles, estaciones de trabajo, soluciones de virtualización y dispositivos Motorola utilizados por más de 600 empleados de la F1. ¿El reto? Operar sin fallos durante 24 carreras al año, con temperaturas extremas, polvo, vibraciones y presión al milímetro. “La IA ya está presente en nuestras operaciones. Estamos probando los nuevos AI PCs para optimizar la productividad del equipo y acelerar procesos creativos y de análisis”, añade Smith.

500 terabytes de datos por fin de semana, y sostenibilidad

La Fórmula 1 gestiona una infraestructura que transfiere hasta 500 terabytes de datos durante cada evento, repartidos entre el Event Technical Centre (ETC) instalado en cada circuito y el Media & Technology Centre (M&TC) en Reino Unido. Desde las cámaras on-board hasta los sistemas de cronometraje y telemetría, todo se sincroniza y procesa en tiempo real gracias a un entorno de virtualización con más de 1.000 núcleos de CPU y 200 TB de almacenamiento flash.

Este fin de semana ha sido, una vez más, una demostración de cómo los centros de datos, la inteligencia artificial y la nube están redefiniendo la experiencia del GP

“Cada semana trasladamos servidores móviles con cientos de terabytes de datos. Esto exige una arquitectura robusta y resiliente, capaz de aguantar un ritmo que ningún otro deporte maneja”, asegura Smith.

La tecnología también está al servicio de la sostenibilidad y la experiencia del aficionado. Motorola, ahora Global Smartphone Partner de F1, forma parte del ecosistema operativo del campeonato. Y Lenovo, a través de su servicio de recuperación de activos (ARS), ayuda a reciclar tecnología obsoleta de forma segura y responsable, alineándose con los objetivos climáticos de la organización.

Victoria para McLaren con la interpretación del dato

Mientras los de McLaren firmaban un doblete que confirmó su buen momento en el campeonato, la carrera volvió a dejar claro que la Fórmula 1 se juega tanto en los boxes como en los centros de datos. Lo que ocurre en la pista es solo una parte del conjunto: cada vuelta está respaldada por miles de parámetros, simulaciones en tiempo real y decisiones estratégicas apoyadas en tecnología de alto rendimiento. “Lo que el espectador ve en televisión o redes sociales es solo la punta del iceberg. Detrás hay un sistema técnico de precisión quirúrgica que funciona gracias a la potencia de nuestros partners tecnológicos”, explica Smith.

No todos los equipos, sin embargo, lograron sacar partido de ese despliegue. Carlos Sainz vivió un fin de semana cuesta arriba, condicionado por una estrategia poco efectiva y un monoplaza que no terminó de responder . Fernando Alonso, en cambio, volvió a exprimir cada oportunidad con la solidez que lo caracteriza.

Queda claro que en 2025, ganar en Fórmula 1 no es solo cuestión de velocidad, sino de capacidad para procesar, interpretar y actuar sobre los datos.