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La convivencia de la virtualización y los contenedores impulsa la adopción de la IA en la nube híbrida

Por: Mario Mendoza Sánchez, OpenShift Sales Specialist, Red Hat

A medida que la innovación ha ido evolucionando, nuestra relación con la tecnología se ha ido estrechando. Cada año dedicamos más horas a las pantallas, y no solo hacemos la compra de manera virtual, sino que también nos entretenemos, estudiamos, hacemos negocios, amigos y hasta conocemos a nuestras parejas en el mundo digital. Si nos ceñimos a las cifras que proporciona el Instituto Nacional de Estadística 1 vemos que en España ha aumentado el uso de internet en un 37% en la última década a la par que el uso del comercio electrónico se ha triplicado.

Este auge digital, tan presente en nuestro día a día, se sustenta en gran medida en una tecnología a menudo invisible: la virtualización. Desde sus comienzos en los años 60, cuando se desarrolló para optimizar el uso de los sistemas, la virtualización se ha convertido en la base sobre la que se ha construido la infraestructura tecnológica moderna.

La IA en la nube híbrida

Al permitir la creación de múltiples entornos virtuales a partir de un único recurso físico, no solo revolucionó la gestión de los centros de datos empresariales, optimizando recursos y reduciendo costes, sino que también se convirtió en el catalizador del fenómeno de la computación en la nube. Sin su capacidad de abstraer el hardware, la promesa de la nube, es decir el acceso a recursos informáticos bajo demanda, escalables y ubicuos, no hubiera sido posible.

Y precisamente esta ubicuidad de la nube, impulsada por la virtualización, es la que nos ha permitido afrontar inicialmente la siguiente gran ola de innovación: los contenedores, de la mano de Kubernetes, que ha permitido optimizar aún más el coste y la operación de aplicaciones tanto en la nube pública como privada. Ahora, al abrigo de Kubernetes, se abren nuevas posibilidades para simplificar la adopción de la próxima oleada, la inteligencia artificial (IA).

La IA requiere flexibilidad y escalabilidad, pero también una integración fluida con los sistemas heredados generalmente soportados en Kubernetes, aunque en muchos casos, siguen residiendo en máquinas virtuales. Es ahí donde, gracias al proyecto Kubevirt, se ha dado un paso de gigante, que liberaliza la gestión de máquinas virtuales permitiendo su ejecución en contenedores, proporcionando libertad de elección tanto a las aplicaciones tradicionales como a las nuevas soluciones de IA a la vez que se unifica y simplifica extraordinariamente el ciclo de vida de aplicaciones y modelos gracias a MLOps, la evolución natural de DevSecOps especializada en los entornos IA.

Muchas organizaciones dependen de las máquinas virtuales para ejecutar cargas de trabajo críticas, y estos entornos virtualizados son esenciales para mantener la estabilidad mientras se escalan las aplicaciones de IA. De hecho, la combinación de máquinas virtuales y contenedores en entornos de nube híbrida está desbloqueando nuevos niveles de eficiencia operativa, especialmente en implementaciones de IA sobre contenedores.

En este contexto, es vital fomentar soluciones que permitan la coexistencia de máquinas virtuales y cargas de trabajo de IA en entornos de nube híbrida. Esta estrategia permite a las empresas modernizarse a su propio ritmo, sin tener que abandonar las inversiones existentes. Ya sea procesando IA en clusters compactos de contenedores, que permiten compartir y optimizar el uso de los costosos recursos de hardware necesarios para IA, o integrando máquinas virtuales tradicionales en estos mismos entornos cuando sea necesario. Este enfoque unificado está allanando el camino para una infraestructura más inteligente y adaptable.

Aunque el futuro apunte hacia una mayor adopción de contenedores y Kubernetes, la virtualización no desaparecerá en el corto plazo. De hecho, estamos presenciando una evolución donde ambos modelos conviven y se complementan. El reto reside en gestionar ambos entornos de forma eficiente dentro de una plataforma unificada. La clave está en la integración, en la capacidad de orquestar cargas de trabajo, ya sean en máquinas virtuales o en contenedores, de manera fluida y bajo un único marco de administración. Este enfoque híbrido, que aprovecha lo mejor de ambos mundos, es el que permitirá a las empresas españolas, y del resto del mundo, aprovechar al máximo el potencial transformador de la inteligencia artificial y la nube, pública o privada.

Autor: Mario Mendoza Sánchez, OpenShift Sales Specialist, Red Hat

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Gustavo Genez

Informático de corazón y apasionado por la tecnología. La misión de este blog es llegar a los usuarios y profesionales con información y trucos acerca de la Seguridad Informática.