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Dr. Ghassan Elgeadi, CEO de la Clínica Elgeadi: «No veo lejos el momento en el que un robot realice una operación solo»

El doctor Ghassan Elgeadi es un destacado cirujano traumatólogo y CEO de la Clínica Elgeadi, además de jefe de Servicio de Traumatología y Urgencias en varios hospitales Quirónsalud de la Comunidad de Madrid y otros de la región, entre otros cargos relevantes. El Dr. Elgeadi es especialista en las técnicas de cirugía ultra mínimamente invasiva y la endoscópica, aplicando las últimas tecnologías disponibles. Además, él es un súper aficionado a la tecnología en lo personal.

El doctor Elgeadi lleva implementando las TIC aplicadas a la medicina desde que creó el Instituto de Cirugía Avanzada de Columna (ICAC), en 2016. Tanto en España como en los demás países en los que opera con su equipo, desde Europa a Oriente Próximo, hace que su clínica sea líder en cirugía lumbar, torácica y cervical mediante procedimientos ultra-mínimamente invasivos. La innovadora aproximación incorpora la tecnología láser a la endoscopia, llevando la cirugía a niveles de perfección sin precedentes.

Clínica Elgeadi y el ICAC cuentan con láser intradiscal y láser de tratamiento facetario, así como bisturíes ultrasónicos. En el ámbito de la columna, implementamos la cirugía navegada, fusionando la cirugía endoscópica con la navegación, para optimizar resultados y minimizar los riesgos asociados a la cirugía convencional.

Las innovaciones aplicadas por el doctor Elgeadi son permanentes: “Seguimos avanzando en mejorar las técnicas de la realidad virtual (RV) aumentada aplicada a la cirugía, por ejemplo, mediante reconstrucciones tridimensionales de las imágenes de los pacientes, a la vez que estamos desarrollando nuevos programas de integración de imágenes reales del paciente con la RV, junto con algunas de las principales compañías de TIC, lo que nos permitirá hacer una cirugía optimizada con guía directa intraoperatoria”

Usted creó Clínica Elgealdi y Elgealdi Traumatología, ¿qué son y qué le impulsó a crearlas?

Cuando terminé la residencia, tenía muy claro el camino que quería tomar. Tras terminar la residencia empecé con la idea de montar un equipo que fuese un equipo de élite donde reúna la calidad humana, la tecnología y las mejores técnicas. La idea era que el profesional que atendiera al paciente tuviera todo eso en un mismo sitio. Es decir, no se trata de estar buscando el equipo especialista en un sitio o en otro. Con esa idea nació Elgealdi Traumatología. Empecé a rodearme de gente muy capaz y muy profesional. Hay veces que eran jóvenes porque tenían amor por la traumatología y por las las técnicas innovadoras.

Cuando ya teníamos el general de traumatología bien definido, yo ya estaba como jefe de servicio de Santa Helena, decidimos crear otras divisiones y ahí, empezamos a asociar medicina interna, a asociar grandes especialidades. Pero en este caso, hay veces que necesitamos tener un pequeño apoyo a nuestra actividad. Por ejemplo, hay veces que se necesita consultar a un médico internista o a uno especializado en deporte. Así que los fuimos integrando y cuando ya teníamos varias especialidades, ya no era el Elgealdi Traumatología. Ya era algo más. Y es en ese momento donde nace Clínica Elgealdi.

¿Cuál es el enfoque diferencial que haces tú de la medicina y de la cirugía?

Lo más importante de todo es la pasión. A mí, siempre me ha gustado arreglar cosas que no funcionan, ya sea una patología o algo relacionado con la gestión o los sistemas. Lo bueno de la traumatología es que te da un feedback rápido. Es decir, cuando tienes una fractura y la curas, ves el resultado casi de inmediato. Se trata además, de un feedback que se autoalimenta y que te permite ir perfeccionando la técnica.

Gracias a ello hemos ido desarrollando nuestros propio dispositivos, nuestros propios abordajes, nuestras propias técnicas para suplir determinadas carencias. Esa visión diferentes, en la que desarrollamos nuestro propio equipamiento o abordamos las cirugías con distintas técnicas nos permiten mejorar la seguridad y hacer que las cirugías tengan un mayor porcentaje de éxito.

Además realizamos innovaciones continuas. Por ejemplo, empecé a usar ciertos implantes que usaba en el hombro en algunas patologías de la rodilla y funcionaron muy bien, con lo que las empresas con las que trabajo, empezaron a desarrollar esos implantes, pero ya sólo para la rodilla. Al final, vamos desarrollando y creando elementos según las necesidades que los cirujanos tenemos.

Pero para llevar a cabo este tipo de, digamos, experimentos, siempre tiene que haber un paciente cero. ¿Cómo se le ofrece al paciente la posibilidad de hacer de “conejillo de indias”?

Cualquier nueva técnica o implante o prótesis lo probamos antes en algún cadáver. Todas las innovaciones que hemos incorporado, nosotros ya sabemos que funcionan. En el caso de un implante, por ejemplo, ya sabemos que es biocompatible.

Una de las tecnologías que emplea en su trabajo es la realidad virtual. ¿Cómo la utiliza?

La realidad virtual se hace sobre cosas ya definidas. Es decir, por ejemplo, se utiliza para implantes de tornillos en la columna o para osteotomías [técnica de cirugía ortopédica que consiste en realizar un corte parcial en un hueso de manera controlada con el objetivo de modificar su forma anatómica], pero eso ya son patologías concretas.

Nosotros además de para esas dolencias también las empleamos en los preoperatorios. Por ejemplo, en el caso de una operación de columna, se hace el TAC, tienes las imágenes, tienes todo el material antes, lo preparas y lo adaptas. La RV lo que hace es que te acompaña. Te comprobar, por ejemplo la dirección en la que tienes que realizar la incisión, saber el tamaño de tornillo que tienes que utilizar… Se trata además, de un avance que no requiere de mucha inversión y que te permite mejorar en todos los aspectos de una cirugía. es la que te gusta, que el tornillo es del tamaño tal, lo insertas donde debes insertarlo, etcétera. Y

¿Cuál es el papel que juega la tecnología en la traumatología?

Cada vez más. Hace diez años, cuando se empezaron a usar las primeras guías navegadas y las primeras guías que iban conectadas a un aparato de rayo, parecía que era lo más tecnológico que podíamos usar. Ahora mismo estamos hablando prácticamente de robots que ya se están desarrollando para que puedan ser incluso, un asistente real en tiempo real de un cirujano. En palabras más básicas: en algún momento podrían hacer la cirugía solos.

Es decir, hemos pasado de tener una pequeña conexión a un navegador hace 10 años a estar hablando de que una cirugía la puede acabar un robot. Yo creo que ya no hay cabida a que empecemos a hacer cirugías sin implicación tecnológica, sin tener navegaciones… De hecho, ahora tenemos programas que permiten predecir qué es lo que va a pasar en una intervención según la calidad del hueso, el tamaño, las lesiones que tenga, etcétera.

Ahora mismo ya se están desarrollando estos programas y alguno ya se encuentra incluso en pruebas de funcionamiento. Y eso se basa en inteligencia artificial y en un análisis de datos bestial que realizan este tipo de programas y que las integran y van a ayudar al cirujano. O sea, podremos llegar a saber en algún punto, incluso, cómo va a ser una determinada cirugía. Y esa información y ese tipo de datos es tecnología, inteligencia artificial, y está cada vez más integrada y más arraigada. Y lo que veo es cada vez más aceptación por parte de los médicos.

Usted ha desarrollado innovaciones con tecnología. Para llevarlas a cabo, ¿cuenta con el apoyo de fabricantes y desarrolladores de tecnología? ¿Le pide desarrollar algo específico y concreto para usted?

Sí, pero depende de lo que queramos. Es decir, si yo quiero una pinza concreta o un material concreto que sigue siendo un instrumento, eso es fácil, porque tengo proveedores que te fabrican básicamente lo que necesites.

Pero si es algo ya es más complejo, entonces sí que necesito contactar. Trabajo con fábricas españolas y empiezas trabajando de forma conjunta con un ingeniero y juntos empezamos a desarrollar el proyecto. Ellos son los que te van a decir si un proyecto es viable o no. Si el ingeniero considera que puede ser viable se inicia un proyecto. A partir de ahí se empiezan a desarrollar diversas fases del proyecto, cumpliendo con cada uno de los criterios que exige Sanidad. Una vez que se cumple con todo, es cuando ya se empieza con las pruebas.

De todas las innovaciones que ha desarrollado, ¿cuál es la más novedosa, actualmente?

De la que más orgulloso y, probablemente, la que más me me gusta, es la que estoy ahora mismo trabajando, que es aplicación de inteligencia artificial y robótica. Hay un dispositivo que se está diseñando donde va a dar seguridad en la cirugía, va a estar guiado por toda la información de las cirugías previas que hacen los cirujanos.

Es un sistema que puede ir aprendiendo, es decir, se va a adaptar a cada cirujano, cómo lo hace y qué pasos hace e integra imágenes de resonancia, de TAC e información en tiempo real por los sensores que tienen los instrumentos. Entonces, eso es probablemente lo más tecnológico y yo le veo muchísimo futuro a corto plazo, y es lo que más mi ilusión me está haciendo ahora.

¿Cuál es el futuro que va a tener la IA?

La inteligencia artificial está haciendo lo que antes hacían los superordenadores. Ahora mismo tú tienes con inteligencia artificial una posibilidad de acceder a toda la información que hay Internet y en bases de datos y que permite analizarla directamente y en tiempo real para ofrecer una estimación, un cálculo de riesgos, un cálculo de probabilidades. Con todo ello te va a proporcionar un pronóstico, el tipo de complicaciones que puede tener una intervención, la forma en la que tienes que abordar una cirugía…

Dentro de muy poco tiempo toda esa información va a ser un 100% de precisa. Ahora sólo estamos al comienzo, pero en unos años, en los que habremos alimentado a la IA con infinidad de datos, va a suponer una revolución para la medicina.

Eres especialista en cirugía ultra-mínimamente invasiva. ¿Qué tipos de pacientes son los que más se benefician de esta técnica?

Los más beneficiados, sobre todo, son aquellos pacientes que no hayan sido operados antes porque no tienes tejido cicatrizal, porque la anatomía es correcta, porque no hay destrucción de tejidos previa.

Cuando ya han sido operados, hay algunos que sí se pueden beneficiar y otros, que si es un fallo de reconstrucción, por ejemplo, ya no son tan candidatos porque tienes que deshacer lo que se ha hecho antes. A ese tipo de paciente no le puedes operar por técnica mínimamente invasiva porque tienes que volver a abrir, separar los tejidos, quitar tornillos,… Lo mismo ocurre con pacientes que ya han sido operados varias veces.

Ha mencionado antes los robots. ¿Cuál es el papel que va a jugar la robótica de aquí a unos años? ¿Va a sustituir a un cirujano?

Yo espero que no, pero no sé si llegará el momento en el que un paciente confíe en un robot. Yo veo claro que un robot, ajustándolo bien y teniendo toda la información y análisis en tiempo real, no veo por qué no va a llegar a hacer una operación. Al final, hay muchas intervenciones que son recurrentes en las que hay que hacer siempre lo mismo y están estandarizadas. Para este tipo de intervenciones, no veo lejos la intervención de un robot, siempre que haya un médico a su lado confirmando cada paso que da. De hecho, lo veo demasiado cerca.

Ahora mismo los robots suponen una asistencia al cirujano. En no mucho tiempo, vas a ver un robot que no solo asista, sino que participe activamente.

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Gustavo Genez

Informático de corazón y apasionado por la tecnología. La misión de este blog es llegar a los usuarios y profesionales con información y trucos acerca de la Seguridad Informática.