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Empresas en México necesitan integrar la IA en serio, señala EY

El auge de la inteligencia artificial (IA) generativa ha impulsado a muchas empresas a experimentar con esta tecnología. Sin embargo, pocas han logrado escalar su uso más allá de pruebas aisladas o funciones operativas. El verdadero reto no está en probar la inteligencia artificial, sino en convertirla en una herramienta estratégica alineada al negocio, destaca el Informe de Madurez Digital en México (IMD 2025) , realizado por EY México, KIO, Needed Education y American Chamber/Mexico. El documento reúne resultados de más de 10,000 ejecutivos evaluados a través del test IQ Digital , un diagnóstico sobre habilidades digitales aplicado a empresas de diversos sectores en México. Además, integra entrevistas con más de 30 CEO de compañías líderes y 10 expertos en transformación digital, datos, ciberseguridad y gestión del cambio.

Falta claridad en el rumbo y orden en la ejecución El liderazgo tradicional se queda corto ante el cambio digital Casos de uso sin visión de negocio ni escalabilidad Capacitación continua como base para una adopción real

El uso de la IA requiere DE marcos éticos claros, liderazgo digital, así como de programas sólidos de capacitación que permitan escalar su uso más allá de la experimentación superficial. Las empresas usan IA, pero sin una estrategia de largo plazo Juan Solana, socio líder de Transformación de Negocios en EY Latinoamérica, afirmó que muchas empresas mexicanas ven la inteligencia artificial como una herramienta aislada o una moda tecnológica, sin integrarla a su estrategia central. «Todavía somos muy escépticos, muy análogos. No nos la creemos que la IA tenga el potencial que tiene», señaló. Claudia Gómez, socia de Data & Analytics en EY México, destacó por su parte que solo el 1% de las empresas en el país ha alcanzado una madurez real en IA. «Están viendo la IA como una herramienta, pero no está integrada a la estrategia de negocio, que es lo que permite que sea sostenible», indicó. Ambos coincidieron en que la longevidad competitiva requiere no solo de tecnología, sino de una visión clara, acompañada de capacidades organizacionales, análisis de datos y un liderazgo dispuesto a replantear la operación con miras al futuro. El informe de EY advierte que muchas empresas han habilitado el acceso a herramientas de IA generativa para sus empleados sin una guía clara. «La gente lo está usando como un superbuscador, pero no le está sacando mayor jugo», explicó Solana. Gómez agregó que en muchos casos hay un sistema heterogéneo de soluciones y experimentos en distintas áreas, sin coordinación ni regulación interna. Esto provoca que al intentar normar el uso, las organizaciones enfrenten un ecosistema fragmentado. Ambos aclararon que el problema no está en experimentar, sino en no capitalizar los aprendizajes. La falta de habilidades en niveles directivos es uno de los factores que más preocupa en la madurez digital. Según Solana, la adaptación al cambio es clave. «Ya no se trata de tener todas las respuestas, sino de saber escuchar y aprender», afirmó. Para Gómez, el gran reto está en encontrar el equilibrio entre estructuras claras y espacio para la disrupción: «La estrategia debe estar definida, pero también hay que dejar margen a la innovación. Ese equilibrio es difícil de lograr». Uno de los errores más comunes, según Gómez, es trabajar con casos de uso desconectados entre sí y sin una visión integral. «Vamos caso por caso, y eso ya no alcanza. La velocidad con la que esto está evolucionando exige una visión clara del norte», dijo. En México, muchas filiales operan bajo lineamientos globales que no siempre responden a sus necesidades. Sin embargo, la directiva de EY reconoció que algunas compañías han logrado proponer soluciones locales y luego integrarlas a la estrategia corporativa. «Primero se hace el trabajo local de entender, investigar y plantear la solución, y luego se complementa con lo que ofrece la oficina global. Eso sí ha funcionado», comentó. Uno de los principales miedos de las empresas es que la regulación de la IA frene la innovación. Frente a esto, EY aplicó una estrategia de autorregulación basada en principios corporativos. «Asumimos que sí vamos a usar IA generativa, pero bajo un marco normativo propio», explicó Gómez. La experiencia de EY muestra que las empresas que han logrado una adopción homogénea han invertido en programas serios de entrenamiento. Este tipo de iniciativas ha sido clave para transformar la cultura organizacional. El informe señala que el 48% de los empleados a nivel mundial considera que la formación en IA es el principal habilitador para su adopción, aunque más de la mitad señala que el apoyo de sus empresas sigue siendo limitado. Aunque el entusiasmo por la inteligencia artificial ha crecido, la mayoría de las empresas mexicanas siguen lejos de una adopción integral. La falta de estrategia, liderazgo digital, marcos éticos claros y programas de capacitación sigue limitando su verdadero potencial.

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Gustavo Genez

Informático de corazón y apasionado por la tecnología. La misión de este blog es llegar a los usuarios y profesionales con información y trucos acerca de la Seguridad Informática.