«La clave es estar al día con la tecnología sin perder de vista los objetivos»
La palabra agilidad tiene un significado distinto en el espacio deportivo que en el empresarial. En el primer caso, se trata de una persona capaz de moverse con rapidez, tener buenos reflejos y fuerza, mientras que en las compañías este concepto se refiere a la capacidad de una organización para adaptarse a cambios en el mercado, responder a los clientes y mejorar procesos. Ambas necesitan flexibilidad, colaboración y entrega rápida de valor.
Evan Goldberg , CEO en NetSuite, una empresa de software para negocios que fue adquirida por Oracle en 2016, asegura que uno de los mayores retos que tuvo la compañía al unirse a la operación de la empresa de nube fue, precisamente, mantenerse ágil. “El proceso de iniciar desde muy pequeño y luego crecer rápidamente sigue siendo muy similar hoy a como lo era hace 27 años. La diferencia es que antes no existía algo como NetSuite. Nuestra visión era y sigue siendo que, si eres un emprendedor construyendo una empresa, quieres tener la mejor información sobre tu negocio y ser lo más productivo posible, incluso mientras creces, porque a medida que esto sucede, las cosas tienden a volverse más complejas y se ralentizan», apuntó en entrevista con Expansión. Goldberg refiere que los retos que existen hoy son parecidos a cuando él fundó NetSuite. Su enfoque, que surgió en el desarrollo de software con el Manifiesto Ágil en 2001, se extendió a diversas áreas de negocio. Empresas dinámicas suelen trabajar con metodologías como Scrum, Kanban o SAFe, con ciclos de trabajo corto, toma de decisiones descentralizada y retroalimentación constante. Compañías como Spotify, Amazon y Netflix implementan metodologías ágiles, lo que les permite innovar y responder a las demandas del mercado. Por ejemplo, Amazon desarrolló Amazon Web Services (AWS) inicialmente para uso interno, pero al reconocer su potencial lo ofreció como servicio y ya es líder en computación en la nube. “Para un negocio pequeño y en rápido crecimiento, el enfoque es fundamental. Se te presentarán muchas direcciones en las que podrías llevar tu idea, pero si intentas hacerlas todas, no harás ninguna bien. La clave es equilibrar y estar al día con la tecnología sin perder de vista la visión y objetivos”, apuntó Goldberg.
Los obstáculos en Latinoamérica La falta de alineación cultural puede obstaculizar estas transformaciones. Según el 15º informe anual sobre el estado de la agilidad, de Digital.ai, el 43% de las empresas encuestadas indicaron que su cultura no estaba alineada con los valores ágiles, lo que representa una mejora en comparación con el 80% reportado una década atrás. Este reporte fue publicado en 2021 y para 2024, este factor se ha reducido pero aún persiste. En América Latina, un estudio de Everis y el MIT reveló que el 53% de las compañías enfrentan desafíos relacionados con su cultura corporativa al intentar adoptar prácticas ágiles. Goldberg señala que no se trata de integrar herramientas de moda, lo más importante es fidelizar a sus clientes y revisar que estén a gusto con el servicio. «Muchas empresas se obsesionan con conseguir nuevos clientes, pero hay una gran oportunidad en hacer que los clientes existentes amplíen el uso de tu producto y se vuelvan más exitosos con él. Eso crea un crecimiento más orgánico, porque cuando un cliente está satisfecho, empieza a recomendar tu servicio a otros». De hecho el ejecutivo enfatizó que muchas veces lo más importante en la integración de una innovación viene en la metodología de trabajo, no en tener herramientas de tendencia. Y pone de ejemplo su propio caso, pues tuvo que decidir vender para poder crecer, pero sin perder la atención de desarrollar tecnología.
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