Noticias

Mientras te preocupas por Trump, China trabaja en silencio. Por Manuel Navarro

Allá por el año 2012, cubriendo un Mobile World Congress observé algo que había cambiado con respecto a la edición anterior. Las empresas chinas, habían dejado de copiar productos occidentales para desarrollar los suyos propios, con las mismas o superiores capacidades y a un menor precio. Desde entonces, empresas como Huawei, empezaron a consolidarse como uno de los proveedores de referencia.

Trece años después nos encontramos ante la misma situación, sólo que con la Inteligencia Artificial generativa como protagonista. La irrupción de DeepSeek y su efecto devastador en las cotizaciones de muchos de los grandes referentes norteamericanos, está cocinada prácticamente con los mismos ingredientes de entonces.

Hay sustanciales ángulos oscuros en la irrupción de la IA china. El principal de ellos tiene que ver en la cantidad de dinero invertido para desarrollar DeepSeek si lo comparamos con las ingentes cantidades gastadas por las empresas norteamericanas. La diferencia entre ambas inversiones es tan abismal que hay quien duda de que la IA desarrollada por la hasta ahora desconocida empresa oriental sea genuina. OpenAI ya ha afirmado que tiene evidencias de que el modelo chino ha aprovechado sus modelos para entrenar a DeepSeek. A falta de pruebas, lo cierto es que es marca de la casa: copiar todo aquello que funciona.

De no ser así, querría significar dos cosas: o bien que los desarrolladores chinos son más inteligentes que los occidentales, o bien que “hemos sido engañados” por parte de las compañías norteamericanas, para que éstas incrementen sus beneficios. Pongo en duda ambas teorías.

¿Qué pasará ahora? Si seguimos analizando cómo se han cocinado las recetas chinas anteriores, no sería extraño que desde China, y con toda la fuerza económica del Gobierno de Pekín, empiecen a sacar desarrollos más avanzados en un futuro no tan lejano. Porque al igual que ocurrió con el mercado de las comunicaciones hace unos años, las empresas del país copian, pero a continuación empiezan a desarrollar e innovar.

Cometerían un error las tecnológicas occidentales si se dedicaran a llorar porque los chinos les están copiando. El hecho de que alguien imite una tecnología sólo significa que el trabajo se ha hecho bien, pero no indica que haya que quedarse parado. En este sentido, los OpenAI, Google y compañía, deberían seguir con la innovación en lugar de intentar vivir de las rentas. China no es un competidor cualquiera. Entre otras cuestiones, porque juega con las cartas marcadas. Además de contar con el poder económico de una potencia mundial, posee una buena parte de los grupos de ciberdelincuencia del mundo. Grupos expertos en el robo de datos.

Me temo que este año, veremos más noticias sorprendentes (y preocupantes) por parte del Gigante Asiático. La siguiente batalla se dará en el terreno de la computación cuántica donde Pekín lleva años invirtiendo ingentes sumas de dinero. A lo mejor conviene prestar más atención a China que a la verborrea de Trump.

Powered by WPeMatico

Gustavo Genez

Informático de corazón y apasionado por la tecnología. La misión de este blog es llegar a los usuarios y profesionales con información y trucos acerca de la Seguridad Informática.