México enfrentará retos de conectividad para el mundial de futbol 2026
El mundial de futbol 2026 promete ser distinto a los demás. El torneo del balompié ahora ocupará tres sedes: México, Estados Unidos y Canadá, además agregará a 16 selecciones para totalizar 48 equipos que disputarán la copa del mundo. Estos cambios implican mayores presiones para los organizadores del evento, debido a que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) exige estándares de calidad de los recintos más altos, en especial en términos de experiencia para el aficionado. Dentro de los nuevos parámetros, la FIFA ha planteado que los estadios se vuelvan inteligentes, es decir, aumentar su capacidad de conectividad para que los asistentes cuenten con una mejor experiencia, pero este objetivo podría verse mermado.
La licitación de espectro para 5G , planteaba vender bandas que ayudarían a robustecer la conectividad de sitios públicos como de los estadios que serán sede del mundial. Pero la subasta fue cancelada por presiones políticas, dejando poco margen de tiempo para desarrollar una nueva licitación, si se toma en cuenta que al país le lleva más de un año lanzar una puja espectral, y a esto se ha sumado el factor incertidumbre en el sector por la eliminación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), quien tenía esta atribución. Esta situación pone en aprietos a México para hacer frente a sus compromisos con la FIFA. Para el mundial de 2026 se espera una ‘oleada de turismo’ al país, particularmente en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, entidades sedes. Esto implicará robustecer las redes de las empresas de telecomunicaciones para evitar una saturación no sólo en estadios, sino también en la vía pública. Con los cambios de hábitos de consumo, es probable que las personas miren la Copa de futbol a través de sus smartphones, incluso dentro de los recintos de donde se llevarán a cabo los encuentros. Una fuente con conocimiento del tema, aseguró que las grandes empresas de telefonía móvil esperaban la licitación 5G del Instituto, ya que dentro de la subasta se pondría a la venta el espectro de 600 MHz, cuyo insumo les permitiría fortalecer sus redes en sitios públicos y para eventos masivos. “La licitación 5G, más allá de Altán, tenía la finalidad de seguir desarrollando las redes de quinta generación y contender con el tráfico intenso de datos para eventos masivos como el que se viene en 2026, porque en ese año habrá más gente conectada. Pero con la eliminación de la subasta podríamos enfrentarnos a problemas para hacer frente a esa demanda”, comentó la fuente. Las empresas de telefonía móvil han empezado a resentir la saturación de sus redes. El año pasado, por ejemplo, los Operadores Móviles Virtuales (OMV), que se alojan en la red de Altán, presentaron fallas en sus servicios de telefonía debido a que su oferta comercial se basa en la entrega de datos ilimitados. “Esta estrategia comercial tan agresiva no está trayendo el objetivo que buscan las empresas (tener más ingresos), al contrario lo que hacen de alguna manera es saturar las redes porque tenemos usuarios que ahora no tienen ningún tipo de control con el consumo de datos”, dijo a Expansión Leunam Betin, gerente global de cuentas clave en Ericsson Latinoamérica Norte y el Caribe, en un evento de la compañía del año pasado. Para las compañías de telefonía móvil la demanda de datos toma mayor relevancia en la actualidad. Datos del IFT destacan que de 2016 a 2023, los usuarios pasaron de consumir 1.1 GB a 5.4 GB, en el segmento de recarga; mientras que en planes la cifra de consumo pasó de 2.8 GB a 9.7 GB en el mismo lapso. Esta situación implica un aumento de 391% y 246%, respectivamente. “La cancelación es una mala noticia si consideras que México se está colocando entre las naciones que van atrás en este tema de liberar espectro y en 5G. Y uno de los sectores que se puede ver más afectado es precisamente el de la conectividad en los estadios. Hay que considerar que cuando fue el mundial en los Emiratos Árabes Unidos, ya tenían unas velocidades de 200 megabytes por segundo y México tenía 30 en ese momento”, explicó Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi). Esta situación representa una ‘mala noticia’ para los usuarios en términos de experiencia en el marco del mundial, como para las propias compañías quienes veían un negocio en el mundial de futbol. Por ejemplo, Telefónica había revelado a Expansión que tenía la intención de conectar a los estadios deportivos del país, en especial a los recintos como el Estadio Azteca. La idea de la compañía era robustecer la infraestructura WiFi para mejorar la recepción de mensajes y llamadas, e incluso habilitar una aplicación para que los aficionados accedieran a estadísticas del juego en tiempo real, esto gracias a la Inteligencia Artificial. Pero para esto, la empresa requiere de una red 5G robusta tanto en infraestructura activa como pasiva, es decir, con bandas de espectro y antenas. Jesús Romo, analista de la consultora Global Data, explicó que lo que podrían hacer las compañías es densificar a los Estadios con small cells. Este tipo de artefactos, del tamaño de una caja de pizza, son sistemas inalámbricos que se usan para aumentar el alcance y capacidad de cobertura para celulares y suponen una solución para amplificar la conectividad en sitios concurridos como Estadios. “Pero el espectro es finito, así como la capacidad de las small cell”. “Los estadios de Monterrey y Nuevo León son áreas sumamente concurridas al estar mucha gente conectada al mismo tiempo, y esto provoca problemas para las redes en términos de saturación. Aunque traten de densificar la conectividad en estos sitios, la realidad es que es difícil determinar cuándo van a ser suficientes las redes de telecomunicaciones”, aseguró Romo.
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