Alta tarifa, bajo alcance: el precio del espectro afecta tu conectividad
La administración de Claudia Sheinbaum ha fijado su postura sobre el sector de las telecomunicaciones. El gobierno ha decidido no disminuir el precio del espectro radioeléctrico para el próximo año, y en su lugar, ha optado por mantener elevados los costos de este insumo, respecto al promedio mundial, de acuerdo con la Ley Federal de Derechos (LFD) para 2025.
La propuesta del gobierno, emitida a través de la Secretaría de Economía (SE), implica que las bandas que son idóneas para 5G e incluso para incrementar la cobertura de 4G, mantengan las tasas de los últimos tres años sin una actualización inflacionaria, traduciéndose en afectaciones para la calidad del servicio de conectividad e incluso aumentos de precios para los consumidores, advirtieron expertos. Los operadores de telecomunicaciones en México como Telcel y AT&T pagan hasta 88% más por el costo total de las bandas y por el derecho del espectro radioeléctrico, respecto a naciones como Alemania, Grecia, Países Bajos y otros de Europa Continental (como Suiza, Suecia, Austria y Dinamarca), de acuerdo con datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Esta situación se traduce en que Telcel y AT&T tengan que desembolsar entre 7% y 20.4% de sus ingresos anuales, de manera respectiva, para costear las bandas de espectro, un insumo que es la espina dorsal de los operadores para dar servicios de conectividad y aumentar su presencia en el país. Por ejemplo, sólo el pago anual por los derechos del uso de la banda 600 MHz asciende a 26,997 millones de pesos, mientras que para la banda de 800 MHz tiene un costo de 54,087 millones de pesos, de acuerdo con las cuotas de la Ley Federal de Derechos 2023. Para Ramiro Tovar, profesor del ITAM y especialista en competencia económica y telecomunicaciones, la propuesta de la SE es insuficiente para una industria que ha visto presionada sus finanzas por los costos que implica la adjudicación de bandas, y más en un momento donde los operadores requieren de nuevo espectro para desarrollar la quinta generación en redes con la finalidad de saciar la demanda de conectividad, pero también para dar paso a nuevos modelos de negocio. “El gobierno enfrenta un déficit fiscal y frente a esta situación había una menor posibilidad de bajar los costos del espectro, entonces optó por seguir congelando el precio de las bandas, pero esto podría no ser buenas noticias para empresas que han dicho que no licitarán más espectro mientras se mantengan tarifas elevadas”, dijo Tovar. Expansión buscó a AT&T para solicitar postura sobre la propuesta de Economía en torno al espectro, pero no estuvo disponible; sin embargo, la compañía que preside Mónica Aspe ha sido enfática en descartar su participación en una licitación de espectro con los precios que se tienen en la actualidad. Telcel por su parte dijo a este medio que no emitirá comentarios. En el país Telefónica fue la primera empresa en renunciar a todo su espectro radioeléctrico para evitar problemas económicos, ahora opera bajo la red de AT&T. Mientras que esta última es de las firmas que ha tenido que renunciar a bandas de espectro como la de 800 MHz. Esto ha traído como consecuencia que el Estado deje de recaudar aproximadamente 13,471 millones de pesos de 2020 a la fecha y, al no haber nuevas asignaciones de espectro radioeléctrico, no tendrá mayor recaudación en los próximos años, según datos del IFT.
¿Menor calidad para los servicios de conectividad? Para el especialista la devolución del espectro así como el no adquirir más bandas es una mala noticia para los consumidores. Esto implicaría que las empresas no aumenten su cobertura de redes de telecomunicaciones, trayendo consigo afectaciones en la calidad del servicio de conectividad. Altán, por ejemplo, al alojar el tráfico de varios Operadores Móviles Virtuales (OMV), han visto ‘colapsar’ su infraestructura. La única forma de resolver el problema es aumentar su red, pero la propia empresa ha reconocido que al ser un insumo costoso, no podría hacer frente a ese gasto. Mientras que los grandes operadores no pueden llegar a más sitios del país, generando que los consumidores en algunas zonas no cuenten con una buena recepción para realizar llamadas o enviar mensajes. “La industria está en un punto complejo porque sólo hay dos escenarios y ambos no son positivos. Por una parte si los operadores licitan más espectro, las empresas podrían transferir parte del costo de las bandas a los precios de conectividad, o bien, no entrar a ninguna licitación, pero esto implicaría tener degradaciones en los servicios”, advirtió Tovar. La GSMA ha destacado que si el costo del espectro en México estuviera alineado con el promedio global, en México se podría conectar a otros cinco millones de mexicanos, además de mejorar el servicio de conectividad. Pero la industria de las telecomunicaciones se encuentra lejana a este escenario, y en cambio se prevé que entre a un ambiente de incertidumbre con la casi inminente desaparición del IFT y con él las licitaciones de espectro. “Si desaparece al regulador quedará en el aire la licitación de bandas 5G porque ahora no se sabe quién se encargará de este tema. Además se encuentra el factor Altán quien al ser prácticamente es una estatal podría tener una trato desigual frente a los otros operadores para obtener espectro”, dijo Tovar.
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