Kevin David Mitnick: En tu memoria
Hoy hace un año justo que se me fue un amigo. Y hoy se me llena la cabeza de recuerdos de los momentos con él. Desde que lo conociera en 2011, no volvimos a dejar de vernos en cualquier lugar del mundo donde la vida nos llevara. Y es que era imposible no echar de menos la sonrisa eterna, las ganas de diversión y la alegría que siempre traía Kevin consigo mismo.
Viajaba con sus maletas llenas de cosas por todo el mundo. Con sus ordenadores. Con sus gadgets. Con sus demos y los trajes para sus espectáculos. Y en cada rincón del mundo siempre tenía a amigos que estamos esperándole con los brazos abiertos. Yo lo conocí porque era un ilustre usuario de nuestra querida FOCA, y desde ese momento todos los tricks que íbamos creando, los compartíamos juntos.
Figura 2: Primera foto on Kevin Mitnick en Madrid |
Nos encontramos en cualquier país, e íbamos quedando para vernos en Chile, en Madrid, en Las Vegas, en Barcelona, en San José, en San Diego. Hacíamos lo mismo. Nos gustaban las mismas cosas. Y disfrutamos mucho de las personas, por encima de las máquinas.
Con nuestra vida de nómada, no podíamos vernos de continuo, pero sí que manteníamos una conexión continua, y cuando nos encontrábamos, siempre hacíamos planes. Y si no podíamos vernos, pues nos conectábamos a contarnos hacks & tricks.
Hanging out with some great friends in Santiago, Chile!!!@chemaalonso @fggimeno @gbergel @SSBenitez pic.twitter.com/UXhOeIhveu
— Kevin Mitnick (@kevinmitnick) March 19, 2019
Kevin era un niño grande. Juguetón, alegre, divertido. Buscando siempre que todos estuvieran felices y contentos cuando él estaba presente. Disfrutón. Un hacker con una habilidad social que hace que no sea de extrañar que sea el mejor Social Engineer Hacker que ha pisado nuestra tierra. Y plantearle cualquier plan, siempre era bueno.
Figura 5: Día de motos de agua en la presa Hoover
Sé que su legado es imborrable en la historia. Y que su nombre se ha quedado escrito para siempre por el impacto que tuvo en todo el mundo. Su fama, su leyenda, su imagen, acompañarán siempre lo que es ser un “hacker“, y para mí, haber podido conocer al niño, más que a la leyenda, es algo que ha hecho que mi vida sea un poco mejor.
Compartimos cafés, trucos, vídeo conferencias, e incluso dimos una charla en conjunto. Durante la pandemia, Kevin y Kim se fueron a Australia, y teníamos que sincronizar los horarios para poder vernos. Fueron tiempos de estar alejados, pero al menos disfrutamos de poder charlar y hacer que los confinamientos fueran más llevaderos compartiendo ideas.
De todos esos momentos guardo muchas ideas, locuras y “whatifs” de los que sistemáticamente íbamos comentando. Era siempre un torrente de ideas, de proyectos que crear, de hacks & pocs que teníamos que explorar a ver si funcionaban. De demos que serían divertidas hacer en un escenario, como la de Dirtytooth con el teléfono de la gente. El fin de semana que pasamos en San Diego durante la ToorCON, fue una pasada de estas ideas.
Figura 8: Presentación de DirtyTooth en 2017
Hoy es un día en el que yo quiero recordarle como era Kevin. Alegre. Feliz. Lleno de energía. Esa con la que nos ha regalado a todos su tiempo. Pero quiero terminar, además, muy alegre. Y es que Kevin nos dejó un legado muy especial, que cuida Kimberly Mitnick. Su obra más grande y más bonita. Y no es nada más ni nada menos que una sonrisa maravillosa en el precioso niño que es Morty Mitnick. Cada vez que recibo unas fotos de ese niño y lo veo crecer, me alegra el día.
No sé cuando comenzará Morty Micknit a ejecutar explotis, pero desde luego, tiene esa alegría que le va a permitir hackear a los humanos con su alegría. Espero algún día poder enseñarle algo de Español a ese hacker, que con su padre fue siempre imposible: “I am a lazy hacker, Chema!!“
Hoy brindaré por ti, Kevin David Mitnick.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)
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