Educar para proteger: Cómo ayudar a los niños a mantenerse seguros en el mundo digital
En la actualidad, Internet juega un papel crucial en el desarrollo de los jóvenes, proporcionándoles un sinfín de oportunidades, desde recursos educativos hasta formas de entretenimiento como tendencias de baile virales y tutoriales de cocina. Con la generación de 20 zettabytes de datos anuales, la era digital ofrece un acceso ilimitado a contenido nuevo, manteniendo a los jóvenes enganchados a sus pantallas una media de 7 horas al día. Este panorama digital en constante cambio favorece el aprendizaje y la conexión, pero no está exento de riesgos y desafíos.
Los peligros que acechan en el mundo online, como el ciberacoso, los depredadores sexuales, las violaciones de privacidad, los programas maliciosos y las estafas, pueden impactar negativamente en la seguridad y el bienestar de los jóvenes. “Frente a estos riesgos, es imperativo que padres, tutores y educadores desempeñen un papel activo en guiar a niños y adolescentes a través de este entorno, equipándolos con las herramientas y conocimientos necesarios para navegar por Internet de manera segura y confiada. Estos años fundamentales son cruciales para fomentar una conciencia y precaución efectivas en materia de privacidad y ciberseguridad, protegiendo así su futuro en el mundo digital y real”, alerta Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España.
En este sentido, y ante los crecientes riesgos que el vasto mundo digital presenta para los jóvenes, es fundamental que los padres tomen un papel activo en la educación de sus hijos sobre cómo navegar por Internet de manera segura. Reconociendo la importancia de esta necesidad, ESET, la compañía líder en ciberseguridad, ha elaborado una guía con consejos prácticos y estrategias efectivas para tener una experiencia segura en Internet.
¿Cuáles son los riesgos a tener en cuenta?
Parece que todos los días hay una nueva red social por conocer, o una nueva app para probar. Con el sinfín diario de novedades, llegan los nuevos riesgos, por lo que es imprescindible estar atentos a las posibles amenazas. Por ello, ESET recopila algunos de los riesgos más frecuentes que los usuarios digitales más jóvenes deben tener en cuenta:
- Ciberacoso: cuando el acoso escolar antes podía terminar cuando sonaba la campana de la escuela, la conectividad constante significa que los jóvenes ahora son vulnerables al acoso, la intimidación y la exclusión social dondequiera que vayan. Sin un espacio para sentirse seguros, esto puede ser extremadamente perjudicial para su autoestima y salud mental.
- Uso indebido de información compartida: con la creciente popularidad de las redes sociales, se espera que Instagram y TikTok alcancen los 1.400 millones y 900 millones de usuarios respectivamente en 2024. Sin embargo, este aumento viene acompañado del riesgo de que los jóvenes interactúen con usuarios malintencionados o compartan contenido explícito, perdiendo el control sobre el material compartido y exponiéndose a un uso indebido del mismo.
- Estafas: muchos sitios web y aplicaciones requieren el ingreso de información personal para «registrarse» o «descargar» contenido. Si esta información personal llega a manos equivocadas, puede tener consecuencias negativas como el robo de identidad, la explotación financiera, la invasión de la privacidad y el chantaje. Además, con el aumento de correos electrónicos de phishing y sitios web falsos, los agentes maliciosos cuentan con aún más vías para atacar.
- Exposición a contenido explícito: estudios indican que los niños se exponen a la pornografía por primera vez a los 13 años, lo cual puede generar expectativas irreales y conductas dañinas debido a la temprana exposición a contenidos explícitos.
- Adicción a Internet: la nomofobia, o el miedo a no tener acceso a Internet, afecta al 90% de los usuarios de dispositivos móviles, llevando a problemas como falta de sueño, aislamiento social y menor capacidad de atención, lo cual impacta negativamente en el rendimiento escolar, la vida familiar y la salud de los jóvenes.
- Desinformación: se ha demostrado que los jóvenes confían más en lo que ven en Internet y pueden ser más receptivos a información falsa o engañosa. Esto puede influir potencialmente en sus creencias y perspectivas, afectando negativamente sus relaciones, valores y vida cotidiana.
¿Qué pueden hacer los padres y tutores?
A pesar de los desafíos que presenta el espacio digital, es un lugar lleno de oportunidades, y es crucial que los padres y tutores estén equipados con las herramientas y confianza necesarias para dialogar abiertamente con sus hijos sobre sus vivencias en línea. Con la edad promedio para recibir el primer smartphone situada en los 11 años, momento en el cual los niños están forjando su identidad y buscando su lugar en el mundo, resulta esencial mantener conversaciones francas sobre seguridad en línea para guiarlos de manera segura a través de este entorno digital. En este sentido, ESET comparte algunos consejos clave para los padres y tutores:
- Capacitar a los jóvenes con conocimientos sobre el tema: empoderar a los jóvenes con conocimiento es crucial para su navegación segura en el mundo digital. Es importante familiarizar a los niños con las aplicaciones y funciones de los dispositivos antes de que obtengan uno propio, además de fomentar un diálogo abierto sobre el uso seguro de Internet, incentivando a los jóvenes a ser igualmente francos sobre sus experiencias en línea.
- Guiarlos a través de los peligros digitales: navegar por Internet implica enfrentarse a contenidos inapropiados, ciberacoso, estafas y robos de identidad, por lo que es esencial educar a los niños sobre estos riesgos y dotarlos de herramientas para su seguridad en línea. Es fundamental enseñarles a evaluar la información, reconocer y denunciar el ciberacoso, y utilizar medidas de protección como la autenticación de dos factores y gestores de contraseñas. Para los más pequeños, interesados principalmente en juegos, es importante guiarlos sobre qué contenidos son seguros y advertirles sobre las trampas de compras dentro de las aplicaciones que podrían resultar costosas.
- Fomentar hábitos saludables en Internet: así como enseñamos a los niños la importancia de una dieta saludable y el ejercicio, es esencial inculcarles buenos hábitos en Internet desde pequeños. Antes de otorgarles libertad digital, es clave establecer límites de tiempo de pantalla, pautas para el uso responsable de redes sociales y promover desintoxicaciones digitales para equilibrar la vida en línea y fuera de ella. Modelando un comportamiento digital saludable y discutiendo su importancia, ayudamos a nuestros hijos a desarrollar prácticas beneficiosas para su bienestar digital a largo plazo. Además, utilizar funciones de control parental ayuda a mantener estos hábitos, permitiendo filtrar contenidos y supervisar la actividad online. Como ESET Parental Control, que permite gestionar el tiempo y la utilidad de las aplicaciones que utilizan, controla el contenido web inapropiado y permite la localización.
- Mantenerse al día de los riesgos emergentes: el panorama digital está en constante evolución, con nuevas aplicaciones, tendencias y amenazas en línea que surgen regularmente. Es fundamental hablar con los niños sobre las últimas modas y riesgos digitales para mantenerlos conscientes de que no todas las aplicaciones, usuarios de Internet o redes sociales son exactamente lo que parecen. Es imprescindible, además, crear un espacio seguro para que puedan hacer preguntas sobre sus propias vidas en línea y asegurarse de que se sientan escuchados. De esta manera, se sentirán tranquilos y motivados para acudir a sus progenitores o tutores si algo les ha perturbado en línea.
“Es importante que las familias transformen la seguridad online en una experiencia compartida y enriquecedora, convirtiendo la conversación sobre el tema en un momento divertido e interesante. Esto no solo aumentará nuestra conciencia sobre lo que ocurre en nuestra vida digital, sino que también fortalecerá nuestros lazos familiares en el mundo offline. La comunicación abierta es muy poderosa y tiene un impacto positivo para fomentar un entorno digital seguro para todos”, concluye Albors.
Imogen Byers. Accede al post en inglés aquí.
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