Cómo encontrar a una persona detrás de un número de WhatsApp con Idealista y Tinder
Tomemos WhatsApp, por ejemplo, la joya de la corona de nuestras interacciones digitales. Su requerimiento de vincular un número de teléfono a cada cuenta parece inofensivo al principio. Sin embargo, este pequeño detalle es una veta de oro para aquellos con malas intenciones.
Imaginemos a Gregorio, un usuario promedio de WhatsApp que decide vender una antigua guitarra a través de un grupo de compra-venta. Al compartir su número para coordinar la venta, no solo está abriendo la puerta a potenciales compradores, sino también a desconocidos que, con tan solo su número de teléfono, pueden comenzar a trazar un mapa hacia su vida personal.
Incluso antes de conocer el nombre de Gregorio, nos encontramos con su anuncio de venta en nuestro grupo de WhatsApp. Somos simplemente un miembro más del grupo, ni siquiera estamos interesados en la guitarra, pero el nombre de usuario de Gregorio, visible al enviar un mensaje, queda expuesto a todos los participantes del grupo. Y es que en WhatsApp el nombre va con todos los mensajes que se envíen. En la imagen observamos como el nick de Gregorio es claro. Su nombre y primer apellido, al mandar un mensaje se expone dicho nick a todos los integrantes del grupo. De todo esto he hablado largo y tendido en el libro de «WhatsApp INT: OSINT en WhatsApp«.
Avanzando un paso más, al introducir su número de teléfono en Idealista, confirmamos su identidad, incluso si Gregorio hubiera optado por no configurar su nombre en WhatsApp, descubriríamos que el teléfono vinculado a idealista pertenece a Gregorio, y una ubicación que nos revela su cercanía a la Universidad de Alicante.
Finalmente queremos obtener el Tinder de esta persona, de la que inicialmente solo teníamos ese mensaje de WhatsApp, utilizando únicamente la información ya recogida. Empleando el servicio Cheater Buster, e introduciendo la ubicación, el nombre, la edad aproximada y una foto, podremos acceder a su perfil de Tinder.
La similitud no debe ser idéntica, la aplicación encontrará igualmente usuarios similares (por ejemplo si en Tinder se llama “Gregoriooo”). Además, la imagen es para poder aplicar el reconocimiento facial y cribar en una ciudad superpoblada con muchos resultados para el criterio establecido.
El caso de Gregorio es solo un ejemplo hipotético, pero la realidad es que situaciones similares ocurren todos los días. La interconexión entre nuestras vidas digitales y físicas nunca ha sido tan estrecha, ni los riesgos tan palpables.
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