La Inteligencia Artificial necesita un enfoque holístico
La aparición de la Inteligencia Artificial está transformando nuestra manera de relacionarnos con la tecnología, impactando extraordinariamente en nuestra vida tanto personal, como profesional. Como individuos y como empresas no podemos quedarnos al margen de esta revolución.
Sirva este paralelismo para entender mejor la situación actual. En 1975, Queen lanzó “A night at the opera”, uno de sus discos más aclamados. Dentro de la carátula, junto a los créditos y las letras de las canciones, se encontraba un mensaje que se volvería, en cierta manera, icónico: “No synthesizers!”. En aquel momento, el uso de sintetizadores estaba en auge, introduciendo una revolución en la música al permitir la creación de sonidos y efectos inimaginables con instrumentos tradicionales. Queen parecía sugerir que su música mantenía la pureza, la calidad y el mérito. Sin embargo, cambiaron su postura años después. En 1980, con «The Game», adoptaron abiertamente los sintetizadores, aumentando su éxito. Este cambio demostró que la buena música podía amalgamar lo tradicional con lo innovador. ¿Ves similitudes con la Inteligencia Artificial hoy en día?
Más allá de una visión crítica y escéptica, la IA presenta muchas oportunidades. Un informe de la OIT (Organización internacional del trabajo) sugiere que la IA Generativa complementará empleos, en vez de destruirlos. Es probable, afirma, “que el mayor impacto de esta tecnología no sea la destrucción de empleo, sino más bien los cambios potenciales en la calidad de los puestos de trabajo, en particular la intensidad del trabajo y la autonomía.” Una línea que mantienen otros organismos como la ONU, que habla de esta tecnología como una herramienta para acelerar el progreso hacia los ODS, Objetivos de Desarrollo sostenible, ya que puede ofrecer soluciones a desafíos globales apremiantes.
El papel de la Inteligencia Artificial
Es evidente que la IA presenta amenazas y oportunidades, pero los datos nos dicen que llegó para quedarse y, como en el caso de Queen respecto al uso de sintetizadores, es nuestra responsabilidad sacar el mejor partido de la tecnología para construir un mundo mejor.
Desde la perspectiva empresarial el principal reto sobre la mesa es la adopción de la IA de manera óptima dentro de los procesos internos de la empresa, pudiendo así crecer y mejorar resultados. En este sentido, en el incesante viaje hacia la adopción generalizada de la Inteligencia Artificial (IA) en las empresas, ha surgido el espacio que separa la infraestructura tecnológica existente de la necesaria para aprovechar plenamente los beneficios de esta revolucionaria herramienta. Este desafío no solo radica en la implementación técnica, sino en la construcción de una estrategia que integre de manera orgánica la IA en el tejido empresarial.
Resulta esencial evaluar la distancia entre estas dos realidades para comprender el gap y determinar qué actualizaciones son necesarias. Esta brecha no solo abarca la tecnología, ya que la adopción consciente de la IA no debe ser un objetivo aislado, sino parte de una estrategia global alineada con los objetivos y valores de la organización.
Comenzar con un propósito claro, identificar áreas específicas para la mejora y alinear la IA con el marco estratégico general permitirá una transición más suave y efectiva.
Más allá de una visión crítica y escéptica, la IA presenta muchas oportunidades
La integración de la IA no es simplemente una cuestión tecnológica; es un cambio cultural y organizativo liderado por personas. Los trabajadores, como motores de este cambio, desempeñan un papel crucial. La capacitación y la formación son solo el comienzo; crear una cultura que fomente la experimentación, el aprendizaje continuo y la adaptación es esencial. La disposición de los empleados para abrazar el cambio y aprender de los éxitos y fracasos se convierte en el núcleo de la evolución hacia esta nueva era.
Alinear a los empleados con la estrategia de IA es tan importante como la infraestructura tecnológica misma. Una transición exitosa a la IA requiere un enfoque holístico, donde la estrategia y las personas trabajen en armonía para impulsar la transformación empresarial.
En definitiva, superar el gap tecnológico e implementar la IA de manera orgánica implica no solo abordar las cuestiones técnicas, sino también crear una estrategia integral y fomentar una cultura organizativa que valore y empodere a las personas. Solo cuando la infraestructura y las personas se alinean de manera efectiva, las empresas pueden desbloquear el verdadero potencial de la Inteligencia Artificial.
Autor: Alfred Maeso, Lead Expert en Netmind y Responsable del CoE de Innovación y Transformación Digital en SELAM (Sur de Europa y Latino América) en BTS
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