¿Quiere bajar sus costes de desarrollo?, Existe la solución
Supongamos que ya ha cambiado su modelo de desarrollo y trabaja ágilmente utilizando herramientas para automatizar todas las tareas repetitivas que restaban productividad y errores en los procesos de desarrollo tradicional. Seguramente habrá conseguido una gran mejora, pero a pesar de eso seguirá teniendo presiones para reducir los costes.
Además, puede enfrentarse a otros inconvenientes: hay ocasiones en las que hay inflación en el mercado y contratar a un programador se vuelve muy complicado si no pagamos sumas muy altas, lo que también provoca conflictos internos por las disparidades salariales. Hay perfiles concretos muy especializados que resultan difíciles de encontrar y por los cuales hay que pagar cantidades astronómicas. Estos problemas nos dificultan o echan a perder los intentos de bajar los costes de desarrollo, y en ocasiones se agravan cuando tenemos que poner en marcha a un equipo más o menos grande, para un proyecto urgente y nuestros proveedores no son capaces de proporcionarles todo, lo que nos obliga a contratar con distintas empresas.
¿Tienen solución estos problemas? La respuesta es afirmativa y se llama desarrollo flexible, que no deja de ser una evolución del modelo de desarrollo offshoring, pero evitando los problemas que han tenido con anterioridad y beneficiándose de las ventajas tecnológicas actuales y de lo que hemos aprendido para trabajar en remoto.
Si en lugar de limitar las búsquedas a nuestro país podemos ampliarla por ejemplo a LATAM, descubriremos que las tarifas son mucho menores y encontraremos excelentes profesionales por especializada que sea la tecnología que necesitamos. Si además, el idioma supone un problema, podemos limitar la búsqueda a países con nuestra lengua. Aún así, continuaremos encontrando multitud de posibles candidatos. Sin embargo, si el problema son las diferencias horarias será entonces un requisito implícito a la hora de contratar a los candidatos.
Costes de desarrollo
La pandemia nos ha enseñado que podemos trabajar con equipos de trabajo remotos que no necesariamente tienen que estar físicamente en la oficina, sin importar desde qué parte del mundo trabajen. Este modelo puede ser una forma de bajar los costes de desarrollo en un volumen importante y tener capacidad para ampliar nuestros equipos de desarrollo de manera muy rápida.
Asimismo, puede resolver otras necesidades que son difíciles de cubrir, como por ejemplo que en ocasiones se necesita un especialista, pero por periodos cortos de tiempo, unas horas al día o algunos días a la semana. Una contratación tradicional resulta inadecuada porque al contratarlo a tiempo completo habrá períodos en los que no tendremos trabajo para asignarle y tendremos que pagar por la jornada completa. Las empresas de servicio tampoco suelen cubrir estas necesidades a menos que tengan otro cliente con necesidades similares y que puedan compartirlo, lo que resulta difícil que ocurra. En el modelo flexible se trata de encontrar el recurso que se adapte a las necesidades de nuestro servicio, es por ello que, en una búsqueda global encontraremos el perfil adecuado y por el tiempo que realmente necesitemos.
¿Tienen solución estos problemas? La respuesta es afirmativa y se llama desarrollo flexible
A diferencia del modelo de outsourcing (offshoring), no se trata de pasar unas especificaciones a un equipo remoto que desarrolle nuestra solución en un país donde las tarifas sean menores, por el contrario, se trata de integrar a los recursos en nuestros equipos, haciéndoles partícipes de nuestras metodologías y nuestras formas de trabajo; pero sobre todo también de los objetivos del proyecto y de los plazos comprometidos. Además, se trata de conseguir que estos recursos sean miembros del equipo con todo lo que esto supone. En este sentido, las herramientas de colaboración nos facilitan que la comunicación sea fluida con el resto del equipo, aunque esté trabajando de forma remota desde otra parte del mundo.
Este modelo aplica para desarrolladores o analistas contratados para la duración de un proyecto más o menos largo, pero también para consultores especializados que trabajan en modo freelance en roles específicos y que pueden ser muy necesarios, pero por un período corto de tiempo o para una tarea específica.
En resumen, los modelos flexibles tienen grandes ventajas y pueden proporcionarnos los beneficios de ahorrar costes y de poder aumentar nuestros equipos de desarrollo de una forma rápida y con calidad. Pero para llevarlo a cabo tiene que trabajar con una empresa que tenga experiencia en este campo. Esta debe de ser una empresa global con acceso a perfiles especialistas en muchas tecnologías, con acceso a personas en el mayor número posible de países y con tiempo trabajando en este modelo. Necesita referencias sobre la calidad y seriedad de los perfiles presentados y su capacidad de respuesta para poder sustituir a un recurso en el caso que por algún motivo tenga que darlo de baja. El éxito del modelo flexible depende en gran parte del socio que elija para este modelo. Cuente con nosotros y le presentaremos nuestros casos de éxito.
Autor: Claudio Devita, Ceo de Aconcagua Software
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