El lado del mal se hace mayor de edad: Hoy cumple18 años.
Hoy es el cumpleaños número 18 de mi blog. Si no eres muy mayor puedes decirme eso de “lo leo desde pequeño”, que me harás sentir mucho más mayor. Pero es la verdad, ya que dieciocho años de un proyecto personal son unos pocos buenos años, y ya puedo contaros cómo ha sido la experiencia para mí de tener un blog y cuidarlo durante tanto tiempo. Que como os podéis imaginar, este blog ha visto pasar a muchas versiones de “Chema Alonso” por delante, ya que comencé con 30 años y ahora tengo 48. Mucho he vivido con él en estos años.
Lo primero que dice este blog de mí es algo que los que me conocen de cerca ya saben, y es mi capacidad de pelear hasta el final. De luchar contra mis emociones, contra bajar los brazos o dejar de dar zancadas cuando las cosas salen mal. Cuando el viento pega de cola abre la mayor, y cuando pega de cara, vamos a por el efecto Bernoulli de una u otra forma. Sí, soy un tipo constante. Cuando digo que voy a hacer algo, es que voy a hacerlo. Y cuando los problemas aparecen, pues giro el tablero, doy una vuelta en derredor, cojo perspectiva, pero no dejo de saber que voy a seguir hasta que encuentre el camino.
En este blog ha sido así muchas veces. A veces ha sido el cansancio, otras el ánimo, otras el trabajo, problemas personales, viajes, conectividad, otras tareas más importantes, retrasos en aviones, roturas de ordenador, o simplemente tiempo para escribir. Han sido muchas cosas que las que pasan cerca que puedes utilizar como excusas en tu vida para no hacer algo. Pero yo no las he cogido. O no las he cogido de manera recurrente, y han sido puntuales los días en los que no haya publicado por haber cogido una de esas excusas. Más bien he tenido “bajas” que pensamientos de dejar este proyecto morir por abandono. Ni mucho menos.
Esos dos puntos anteriores han sido entrenamientos de dos características que quería fortalecer en mí, como son la resiliciencia y la constancia, más allá de cualquier otra excusa. Pero la siguiente característica que me ha permitido trabajar este blog ha sido el auto-aprendizaje constante. Casi diariamente leyendo para aprender cosas. Probar cosas. Vivir cosas. O hacer cosas. Todo ello para luego tener contenido que contar por aquí. Esto me permite estar fresco, aprender las cosas nuevas, estar al día, no dejar que estos días no sean los míos. Vivir en el día que vivo y no en el pasado recordando los años de Metadatos o SQL Injections. Auto-aprendizaje constante y forzado por culpa de un blog malvado. Me encanta cómo suena eso.
A este tercer punto, os puedo confesar que el siguiente regalo que me ha dado este blog es el de comunicar escribiendo. ¡Cómo no! De qué otra manera podría ser que alguien que escribe todos los días no se acaba sintiendo cómodo escribiendo. No se encuentre feliz entre palabras hiladas una tras otra. Comunicar ha sido otra de las habilidades que me ha permitido desarrollar este maligno blog a base de escribir hoy sí y mañana también. Y se lo agradezco enormemente.
También me ha dado una plataforma para que se viera mi trabajo. Para que tú, si quieres, puedas ver lo que hago, cómo lo hago, y si lo hago bien o mal. Un lugar donde cualquiera que quiera saber a qué me dedico en mi vida profesional – y algo de lo personal -, pueda tenerlo al alcance de un RSS o una URL en un navegador.
Así que me ha permitido desarrollar mi resiliciencia, mi constancia, el autoaprendizaje, la comunicación y visibilidad. Todas esas cosas por un blog azul oscuro que tenía calaveras porque siempre ha sido el lado del mal. Pero si pensáis que todo eso es lo que me ha dado, os vais a quedar cortos, porque aún me ha dado mucho más. Dejadme que os narre más.
El tener que escribir un blog todos los días es una tarea que consume tiempo, y gestionar el tiempo es mi prioridad siempre, así que he tenido que saber hacerlo de forma eficiente. El tener que meter la tarea de escribir el blog me ha obligado a ser eficiente en el tiempo que le dedico a escribir el blog, y flexible en el lugar desde donde lo escribo y el contenido que publico. Por lo que he maximizado una de mis obsesiones personales, como es el “Better done than perfect”.
También me ha ayudado a aprender a sufrir la crítica. A matar el ego. A que no te importe la crítica sino quién te la haga. A sobrevivir en el medio de Internet expuesto públicamente. Ni os imagináis la de críticas y comentarios que recibía al inicio por el continente del blog. Que si el azul, que si las calaveras, que si el lenguaje, que si llevas un gorro… zzzzzzzzzzzz Boring!! Y por supuesto, por nobody23 que da las famosas “unsolicited opinions” porque nadie le escucha en su vida y busca en Internet cariño y dejarnos a los demás saber más de los problemas que él tiene. Pero… todo esta exposición te ayudas a saber aprender de las críticas que tienen sentido y a saber pasar en canoa de las que no.
Yo he dicho muchas veces que no soy dogmático, así que no suelo decir a nadie lo que debe o no debe hacer, porque tampoco acepto consejos u opiniones de gente que está en sitios a los que yo no quiero llegar, o porque son como yo no quiero ser. Así que aprendía a saber escuchar una crítica de esas que duelen, no por la forma, sino por quién te la dice y lo que te dice, y porque te lo sabe decir, pero sobre todo porque tiene razón en lo que me dice y me va a ayuda a avanzar hacia donde yo quiero ir. Y estar expuesto por este blog 18 años, ha permitido de todo.
Otra cosa que me ha dado este blog es memoria. Es mi memoria. Busco en el blog mis contenidos. Busco lo sabía para volver a saberlo. Repaso las lecturas de mis cuentos, de mis cartas con mensajes ocultos, o con la información técnica de lo que tenía que saber. Es mi rincón de apuntes personales. Es donde guardo el cerebro cuando desaparecen mis conocimientos de mi cabeza. Y es guay saber que lo tengo a tiro de una búsqueda.
Por supuesto, que muchos vengáis a leer este blog todos los días me ha dado impacto, difusión, una audiencia que me permite hacer cosas con vosotros. Que vengáis a mis eventos, que conozcáis lo que hago con mis empresas. Mis proyectos. Mis iniciativas empresariales. Mis dibujos y mis cuentos también. Y mis aventuras.
Como podéis ver, me ha quitado mucho tiempo, me ha obligado a trabajar mucho, pero me ha dado mucho más de lo que podía imaginarme al principio. Pero aún me ha dado muchas más cosas. Me ha servido para hablar conmigo mismo, hacer casi terapia, en cada texto que he escrito para sacar las cosas de dentro, con lo que a veces ha sido como ir al psicólogo enfrentándome a mí mismo en una hoja en blanco. Diciéndome cosas. Sacando sentimientos de dentro. Dejando trocitos de mi alma, de mis lágrimas, de mis risas, de mis penas, de mis anhelos, de mis derrotas, de mis sufrimientos, de mi euforia en muchos de los textos.
Me voy a leerlos y recuerdo los olores, conecto con las emociones de entonces. Me siento pequeño otra vez. O triste. O me siento perdido. O al contrario, me siento libre, poderoso, feliz, realizado, o completo. Cada uno de esos posts tienen impregnadas en forma de metadatos emociones que se han caído gota a gota por mis yemas sobre las palabras que tú has leído. Y tienen olores, sabores, y sinsabores, esas frases que he puesto en ellos. Son trocitos de mí dejados no al azar como las hojas en las ramas de un árbol, que miradas una a una no parecen tener orden ni concierto, pero todas en su conjunto te muestra una fantástica copa de un bonito roble en todo su esplendor. Está ahí esa capa emocional que tal vez sólo veo yo de forma completa. O alguna vez tú.
Y por último, lo más importante que me ha dado son una lista de nombres. El tuyo. Y el de muchos que soy capaz de recordar. De amigos que no veo hace años, pero que sé que están ahí, al otro lado del RSS todos los días. Que me leen desde Sevilla, Coruña, Barcelona, Cáceres, Palencia, Alicante, Valencia, Murcia, Buenos Aires, Bogotá, México, Santiago, Valdemorillo, San Sebastian de los Reyes, Las Tablas, Móstoles, Talavera de la Reina, Jaén, Miami, Quito, Ceuta, o Canarias. Los que sé que venís a ver si estoy bien, más que a ver qué he escrito. El poder conocer gracias a este blog a tantas personas ha hecho mi vida mucho más plena, más llena, más feliz.
Así que hoy, que este blog cumple 18 años no puedo estar más que alegre por la vida que me ha otorgado educar a este bebé que ya se ha hecho mayor de edad. Que ha pasado por muchas edades, por muchos momentos de distinta madurez y necesidades, pero siempre dando, como hacen los hijos a los padres, mucha más positivo que negativo, por mucho que me haya tocado sufrir. Agradecido de poder seguir escribiendo aquí en este blog. No sabéis ni cuento.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)
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