¿Cambias tu clave de Windows habitualmente? Hazlo ya para mejorar tu seguridad

Utilizar una buena contraseña es fundamental para no tener problemas de seguridad. Sin embargo en muchas ocasiones pasamos por alto algo tan importante como revisar que sea segura y cambiarla de vez en cuando. Un ejemplo claro es la clave para entrar en Windows. ¿Cuándo fue la última vez que la cambiaste? En este artículo te hablamos de ello. Vamos a explicarte por qué es tan importante y cómo debe ser esa contraseña.

Por qué es importante cambiar la contraseña de Windows

Es posible que pienses que cambiar tu contraseña de Windows no va a tener un gran impacto. Pero debes saber que cualquier clave de acceso tiene el objetivo de proteger algo. Puede ser una cuenta de correo, redes sociales o todo un sistema como es el caso de Windows. Es la barrera que va a impedir que cualquiera pueda ver los documentos y archivos que tienes dentro o incluso llegar a otras contraseñas.

Por ejemplo, si alguien entra en Windows y acceder a Google Chrome, ahí puedes tener almacenadas muchas contraseñas de otras plataformas. Al darle a ver la clave, te va a pedir introducir la contraseña del sistema, la de Windows, para poder entrar. Pero incluso sin necesidad de acceder a Chrome va a poder tener acceso a todo tipo de archivos, modificarlos, eliminarlos, etc.

Por tanto, cambiar la contraseña de Windows va a hacer que la seguridad aumente. Si lo haces de vez en cuando, puedes evitar posibles filtraciones o vulnerabilidades que expongan la clave de acceso. Eso te ayudará también a evitar ciertos ataques y proteger al máximo todo el contenido almacenado en el equipo.

Cómo debe ser una buena clave

Pero no debes utilizar cualquier contraseña. El objetivo es que sea realmente segura y pueda protegerte bien. Por tanto, debes tener en cuenta algunos factores que vamos a mencionar. Eso te ayudará a tener Windows correctamente protegido y que no aparezca ningún problema que te comprometa.

Lo primero es que debe ser una clave única. Es decir, no debes usarla en ningún otro lugar. Si por ejemplo la utilizas en una cuenta de redes sociales, correo o cualquier foro en Internet, en caso de que alguno de esos servicios tenga algún fallo y se filtre la contraseña podrían probarla para ver si es la misma de Windows y entrar.

También es importante que sea totalmente aleatoria. No debes usar ni tu nombre, ni fecha de nacimiento ni nada similar que te relacione. Lo mejor es que tenga letras (tanto mayúsculas como minúsculas), números y otros símbolos especiales. Siempre debe tener una longitud adecuada, ya que cada símbolo adicional hará que sea más segura.

Una buena contraseña es aquella que no puedes memorizar. Siempre puedes acudir a un gestor de claves para generarlas o almacenarlas. Mientras más aleatoria sea, mejor para evitar posibles ataques de fuerza bruta y problemas que pongan en riesgo tu sistema.

En definitiva, te recomendamos que cambies la contraseña de Windows de vez en cuando. Eso hará que sea más segura y puedas evitar ataques que comprometan tu dispositivo. Sigue los consejos que hemos dado y elige una buena clave.

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