Este año me porté genial y los Reyes Magos me trajeron un Scammer: Las mentiras de nuestra relación
Podemos ver el típico desayuno de Cáceres, con productos típicos de allí …. detalles como Flocs Integrals 4 Cereals y envases en ingles que es el idioma de Cáceres obviamente.
Nuestra amiga se fue de viaje a Nueva York para un evento de caridad. Estuve unas semanas sin hablarle e investigando por mi cuenta todas las fotos que me envió, a primera vista en las imágenes, no parece nada raro salvo por unos detalles. Recordemos que los scammers son personas y que aunque tengan todo automatizado y guionizado tienen muchos errores.
Hasta cierto punto puede parecer creíble lo que este personaje nos aporta, pero me llamó la atención este tramo de la imagen:
Con una simple búsqueda haciendo algo de hacking con buscadores leve 101 podemos encontrar que nuestro caritativo amigo se ha equivocado y está en Londres, no en Nueva York…
Esto es como cuando ves una adaptación en el cine sobre algún libro o vídeojuego y resulta que el equipo de guionistas decide cambiarlo todo, pues lo mismo. Yo lo llamo hacer un Netflix, que consiste en cambiar personajes la trama y casi todo de la obra original. Como por ejemplo, el cambio de personaje de nuestra actriz / Scammer principal … se ve que la recastaron .
Al igual que en las primeras imágenes de nuestra chica no encontrábamos nada sobre ella en la red, ¡sorpresa!… con la ultima imagen que nos proporcionó de su evento benéfico de Nueva York, que resultaba ser en Londres; resulta que nuestra amiga se dedica a multitud de cosas, entre ellas resulta que es una gran DJ.
También tiene su propia discográfica.
Y vende sus modelos de ropa para eventos. No le debe quedar tiempo para chatear con desconocidos por WhatsApp, ¿no? Lo mismo está sola.
Y además, un momento, esto es importante, ahora se llama Hannah (obviamente esta chica no tiene nada que ver, y solo es víctima de una suplantación de identidad).
Se ve que es una chica famosa ya que en otra de sus imágenes con herramientas online podemos ver que podemos encontrar a la misma chica con la misma ropa en lo que parece ser la portada de alguna revista.
Lo siguiente que me pregunté fue, ¿hasta qué punto esta persona puede o no empatizar con su víctima?Después de dos semanas, retomé la conversación con «nuestre amige» dándole una mala noticia para ver su reacción:
Ya que este sujeto nos miente, yo también me tomé la licencia de mentir y actuar un poquito; en un primer momento parece que empatiza y ya no insiste más en temas económicos e incluso se preocupa.
Pero resultó no tener corazón ni piedad porque no pasaron ni dos días y ya estaba de vuelta a la carga con su ciberestafa, como veremos luego. Parece que había querido aprovechar mi dolor para conseguir un acercamiento. Pero nada más. No me ama.
En la siguiente parte, os contaré el final de nuestra relación, que también dio para mucho, pero sobre todo, para aprender de cómo actúan estos ciberestafadores buscando víctimas de forma aleatoria en un océano de Internet.
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