Propiedad intelectual en riesgo: CuckooBees
El grupo de ciberseguridad israelí Cybereason ha identificado una campaña de espionaje tras la investigación de multiples ciberataques. Posiblemente activa desde 2019, ha sido relacionada con el grupo chino criminal APT41. Se considera que está orientada al robo masivo de propiedad intelectual (IP). El grupo responsable del descubrimiento la ha denominado como CuckooBees.[1]
El objetivo de esta campaña parece ser el robo masivo de propiedad intelectual, pudiendo haberse hecho ya con cientos de gigas de información. Los archivos robados incluirían desde documentos confidenciales hasta diagramas, fórmulas y otro tipo de información sensible sobre propiedad intelectual.
Parte de la información robada podría ser utilizada en futuros ciberataques. Entre otros, se tratarían de detalles técnicos de productos comercializables por las empresas afectadas, credenciales de usuario y datos sobre empleados y clientes.
Se han identificado como posibles objetivos multitud de empresas de tecnología y fabricación ubicadas principalmente en el este de Asia, Europa occidental y Norteamérica. No se trataría del primer ciberataque detectado de este tipo últimamente, como por ejemplo, el que publicamos el pasado 29 de marzo.
APT41: Ciberespías en busca de propiedad intelectual
El grupo de cibercriminales con el que se ha relacionado esta campaña se sospecha que opera desde China. Se trata de un grupo muy activo seguido por diversos equipos de ciberseguridad. Entre otros nombres recibidos por los distintos agentes implicados se pueden encontrar: Axiom, Barium, Blackfly, Bronze Atlas o Winnti, por poner algunos ejemplos.[2]
Se estima que este grupo lleva activo desde al menos 2007, especializándose en el robo de propiedad intelectual de organizaciones de países desarrollados. Se han relacionado con ellos diversos ciberataques contra organizaciones tecnológicas y del mundo del juego. Dichos ataques estaban basados principalmente en el escaneo y el phishing para lograr el acceso inicial. A continuación, el grupo se haría con los certificados necesarios para facilitar futuras intrusiones en las que robar información sobre propiedad intelectual entre otros.
Posibles motivaciones del grupo de ciberespionaje
Entre los potenciales objetivos del grupo se han identificado: farmacéuticas, medios audiovisuales, organizaciones de derechos humanos y empresas agrícolas y del sector energético. Algunos equipos de ciberseguridad sospechan que el grupo podría estar relacionado con entidades vinculadas al gobierno chino. Se cree que este podría aprovechar la propiedad intelectual robada en la toma de decisiones relacionadas con los sectores económicos chinos.[3]
Operación CuckooBees: robo de propiedad intelectual
La operación CuckooBees se caracteriza por haber estado activa a lo largo de varios años, robando información sensible a diversas empresas estratégicas. La infraestructura maliciosa usada por esta campaña resulta especialmente complicada de analizar al estar formada por multitud de componentes interconectados entre sí.
La estrategia general seguida por el grupo APT41 en el robo de la propiedad intelectual se basa en la explotación de servidores de Internet. En dichos servidores se implementa una webshell con la que realizar el reconocimiento, movimientos laterales y robo de datos. Los diversos componentes de la infraestructura dependerían entre sí para su funcionamiento, siguiendo el enfoque de «castillo de naipes». De esta forma, se potenciaría la seguridad operativa de la misma a la vez que se lograría su ocultación.[4]
Vector de ataque de la IP
El esquema simplificado de ataque usado empieza con 1) la explotación de servidores web para la difusión del malware. Después, se produce 2) la instalación con persistencia gracias a una webshell pensada para aprovechar la administración remota de Windows (WinRM sobre HTTP/S). A continuación se produciría el reconocimiento de la infraestructura infectada. Tras 3) un reconocimiento inicial del sistema (/etc/hosts, route, systeminfo), se procedería a 4) un análisis en mayor profundidad del mismo (fsutil, fsinfo, drives, ipconfig,…). Una vez reconocido el sistema infectado el grupo atacante procedería con el volcado de las credenciales (MFSDLL.exe, Reg save). Y por último, 5) abusaría del sistema de tareas y agenda para realizar movimientos laterales. Llegados a este punto, el grupo atacante ya podría 6) recolectar y robar la propiedad intelectual.[5]
Nuevo malware especializado contra la propiedad intelectual
Se ha comprobado que para esta campaña han añadido nuevo malware al arsenal previo. Concretamente, el equipo de investigación ha identificado la adición de:
- Spyder Loader (backdoor para la descarga del resto del malware),
- StashLog (para ocultar el rastro del malware en el CLFS de Windows),
- SparkLog (para lograr la persistencia y la escalada de privilegios necesaria instalando PrivateLog),
- PrivateLog (para la extracción e instalación de DeployLog),
- DeployLog (para el despliegue del toolkit WINNKIT),
- WINNKIT (rootkit a nivel de kernel).
De modo que el módulo Spyder Loader es el responsable de la recopilación de datos necesaria para la descarga del malware adicional. Mientras que el módulo WINNKIT se ocuparía del robo de la propiedad intelectual de las empresas objetivo.
La incorporación del módulo StashLog resulta vital para la ocultación de la infección. Este nuevo componente malware opera directamente sobre el sistema CLFS de Windows. Con esto se logra tanto que no quede registro de la actividad del malware, como dificultar la detección tradicional. En septiembre de 2021 el equipo de Mandiant publicó parcialmente la secuencia de ataque al detectar el uso indebido del CLFS para ocultar el malware. No obstante, en aquel momento todavía no se había relacionado con esta campaña de APT41.[6]
Conclusiones
Las patentes, derechos de autor y marcas registradas son activos intangibles muy importantes en la economía a nivel mundial. La propiedad intelectual es reconocida y protegida por numerosos países debido a su importante rol como elemento de investigación, desarrollo e innovación. Debido al coste que supone este tipo de activos, el espionaje industrial es un potencial problema tanto a nivel corporativo como gubernamental. Además, no es la primera vez que se sospecha de la intervención del gobierno chino en la promoción del ciberespionaje y el robo de datos.[7]
Más información:
- Operation CuckooBees: Cybereason uncovers massive Chinese IP theft operation
- Threat profiles: Bronze Atlas
- APT41: A dual espionage and cyber-crime operation
- Chinese hackers caught stealing IP from multinational companies
- Deep-dive into stealthy Winnti techniques
- A Winnti malware arsenal deep-dive
- Annual Intellectual Property Report to Congress
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