Qué es un Proxy, cómo funciona y cómo configurarlo
Hay diferentes opciones para poder navegar por Internet con mayor privacidad y ocultar la dirección IP y ubicación real. Una de ellas es utilizar un proxy. En este artículo vamos a hablar de cómo funciona, de qué manera ayuda a la privacidad y cómo puedes configurarlo. También veremos las ventajas y desventajas que tiene frente a una VPN, que es otro programa muy usado para cifrar la conexión al navegar por la red.
En qué consiste un proxy
Podemos decir que un proxy es un intermediario entre tu conexión y el servidor al que intentas acceder. Por ejemplo si vas a abrir una página web, tienes que ir al servidor donde esté alojada. El proxy va a ser un intermediario, por lo que la conexión va a pasar en primer lugar por él y posteriormente llega al destino.
Tu navegador o dispositivo va a ser el cliente, mientras que el servidor será una página web o alguna plataforma online a la que intentes entrar. El proxy, por tanto, va a ser un intermediario entre el cliente y el servidor. Vas a entrar en ese servicio a través de la dirección IP del proxy y no con la tuya real.
Hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de proxy. Pueden funcionar a nivel de software, mediante un programa por ejemplo, pero también como dispositivo físico. Además, existen proxies web, de caché, NAT o reverso. Cada uno de ellos tiene sus peculiaridades y usos, pero comparten lo principal.
Pero el hecho de que la conexión vaya a pasar por el proxy también va a suponer una pérdida de velocidad. Hay diferentes opciones para configurar este tipo de servicio, ya que los hay tanto gratuitos como de pago, por lo que debes asegurarte siempre de estar utilizando uno que funcione lo mejor posible y evitar así cortes.
Para qué es útil
Ahora bien, ¿para qué se utiliza realmente un servidor proxy? ¿Qué puedes hacer con este tipo de servicios? Vamos a mostrar cuáles son las principales utilidades y beneficios cuando tu conexión pasa a través de este tipo de herramientas y de qué manera puede ayudar o proteger tu navegación.
Evitar el bloqueo geográfico
Una de las utilidades principales de un servidor proxy es que permite saltarse el bloqueo geográfico que pueda haber. Esto ocurre a la hora de intentar abrir una página web o usar cualquier servicio que pueda estar restringido en un determinado lugar. Por ejemplo redes sociales censuradas en algunos países, plataformas como Netflix que no permita ver series o películas que no están disponibles para un país, intentar acceder a medios de transmisión limitados territorialmente, etc.
Lo que hace un servidor de este tipo es ocultar la dirección IP real. Por tanto, vamos a navegar a través de su IP que puede pertenecer a un servidor que se encuentra en otro país. De esta forma puedes entrar en una página o aplicación que estén bloqueadas en una zona del mundo, aunque realmente no estés allí.
Estos servicios se han hecho populares en los últimos tiempos precisamente por el hecho de poder evitar bloqueos geográficos. Aunque principalmente sirve para evitar la censura en un lugar, también ha crecido conforme lo han hecho las plataformas de vídeos en Streaming, que suelen tener restricciones de este tipo.
Filtrar contenido
Un proxy también puede filtrar contenido al navegar por la red. Pueden estar configurados para que no devuelvan una solicitud si por ejemplo intentas entrar en un determinado sitio web que esté bloqueado por ese servidor. Esto dependerá de cuál utilices, pero puede venir configurado para que bloquee contenido relacionado con una temática o simplemente determinadas páginas.
Esto puede ser útil de cara a la seguridad. Por ejemplo podría bloquear contenido que haya sido calificado como peligroso por contener malware o ser un sitio web creado únicamente para realizar ataques Phishing. Al filtrar el acceso, podemos estar mejorando nuestra protección en la red.
Ocultar la dirección IP
Sin duda otro punto muy útil es que podemos ocultar la dirección IP real. Esto va a aportar una mayor privacidad, lo que a su vez va a ayudar también a la seguridad. También va a ayudar a ocultar la ubicación geográfica, ya que a través de la IP pública podrían saber dónde nos encontramos exactamente.
Un proxy permite ocultar la IP ya que al navegar a través de sus servidores, realmente la dirección que se muestra es la del proxy. Por ejemplo al entrar en una web o abrir cualquier programa en la red. Vamos a estar protegidos en este sentido.
Almacenar caché
Un servidor proxy también va a actuar para almacenar caché. Esto es muy útil si queremos acceder con mayor velocidad a un servicio online, por ejemplo. En vez de enviar la solicitud y esperar a recibir la respuesta, el proxy va a almacenar el contenido y vamos a poder acceder a él mediante este servicio.
Por ejemplo piensa en una página web a la que accedes por segunda vez. Ese contenido ya puede estar cacheado y vas a recibirlo con mayor celeridad. Puede ser contenido de tipo estático, como HTML, CSS, imágenes… Es una opción interesante de cara a poder navegar con mayor velocidad en determinadas circunstancias.
Pasos para configurarlo en Windows
Existen muchos servidores proxy en Internet. Puedes hacer uso tanto de gratuitos como de pago. Algunos funcionan simplemente a través de una página web, que lo que hace es redirigir el tráfico a través de su servidor. También puedes ver listas de proxies, como por ejemplo en ProxyScrape o ProxyNova. Eso sí, debes asegurarte que la opción que elijas funciona bien y con buena velocidad.
Puedes configurar de una manera sencilla un servidor proxy en Windows. Para ello, lo primero que tienes que hacer es ir a Inicio, accedes a Configuración y Red e Internet. Allí tienes que pinchar en Proxy, que es una de las opciones que te aparecerán en esa ventana.
Una vez hayas pinchado en Proxy, tienes que pinchar en Configuración, dentro del apartado de Usar servidor proxy.
Cuando accedas, aparecerá desactivado de forma predeterminada. Simplemente tienes que pinchar en la casilla para activarlo y allí rellenar los datos correspondientes con la dirección IP del proxy y el puerto. Además, podrás configurarlo para que no actúe sobre determinadas direcciones.
Esos datos tendrás que obtenerlo del servidor proxy que vas a utilizar. Por ejemplo puedes hacer uso de alguno de los servicios que hemos mostrado. Simplemente apuntas esa información, la pones en la configuración de Windows y le das a Guardar. A partir de ese momento navegarás a través de un proxy.
Diferencias entre proxy y VPN
Llegado a este punto puede que te preguntes qué diferencias hay realmente con una VPN. En cierto modo, puede que lo que necesites también lo puedas obtener con una VPN. Por ejemplo ocultar la dirección IP o saltar el bloqueo geográfico. Pero hay algunas diferencias y vamos a mostrar cuáles son.
Cifrado del tráfico web
Una diferencia muy importante está en el cifrado del tráfico web. Una VPN va a cifrar todo el tráfico. Esto es muy interesante si, por ejemplo, vas a conectarte desde una red Wi-Fi pública que pueda ser insegura. Así evitarás que puedan robar tus datos al realizar un pago online o iniciar sesión en algún sitio.
En cambio, un proxy lo único que va a cifrar es el tráfico web. El proxy funciona principalmente a través del navegador. Por ejemplo, si usas un proxy en Chrome, únicamente va a actuar sobre las páginas que visites desde el navegador y no sobre toda la conexión a Internet, como sí haría una VPN que tengas instalada.
Velocidad
Tanto un proxy como una VPN van a afectar a la velocidad. A fin de cuentas nuestra conexión va a pasar antes por un intermediario. Eso va a hacer que se ralentice, aunque la diferencia puede ser importante entre un servidor y otro, de ahí que siempre debamos elegir correctamente cuál utilizar.
Sin embargo, un proxy suele ser más lento que una VPN. Eso sí, puedes encontrarte con un proxy que sea muy bueno y vaya mejor que una VPN gratuita que no funcione correctamente. Pero en líneas generales, un proxy va a ser más lento y vas a tener más problemas para poder navegar por Internet o descargar archivos.
Seguridad
En ambos casos vas a poder tener problemas de seguridad y privacidad si usas un servicio malo, ya que podrían vender tus datos. No obstante, si tenemos en cuenta que ambos son correctos y que tu objetivo es mejorar la seguridad, en este caso sin duda hay una diferencia notable en favor de la VPN.
Un proxy no va a mejorar la seguridad, ya que no va a cifrar toda tu conexión. Puede ocurrir lo que comentábamos antes, que estés conectado a una red insegura y tus datos puedan verse comprometidos. Una VPN, por su parte, sí que cifra toda la conexión y hace que la información viaje en una especie de túnel.
En definitiva, como has podido ver un proxy es un servidor que actúa como intermediario cuando accedes a una página web, por ejemplo. Hay diferencias frente a una VPN, pero también va a servir para ocultar la dirección IP o evitar el bloqueo geográfico que pueda haber al usar algún servicio online.
El artículo Qué es un Proxy, cómo funciona y cómo configurarlo se publicó en RedesZone.
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