Switch gestionable vs. no gestionable: ¿cuál conviene más?
El switch es uno de los dispositivos más importantes de una red. Su buena elección permitirá que dicha red tenga el rendimiento esperado, y, por supuesto, los usuarios serán los principales beneficiados. Esta detallada guía te comentará las diferencias esenciales entre los dos tipos de switches que existen: el administrable (o también conocido como gestionable) y el no administrable (o también conocido como no gestionable). ¿Cuál me conviene más? ¿Siempre merece la pena un switch gestionable en lugar del no gestionable? Estas y otras preguntas serán respondidas para que puedas tomar la mejor decisión.
Nunca está demás refrescar el concepto de switch y para qué lo necesitas. El switch tiene la capacidad de conectar múltiples dispositivos en una red de área local. En consecuencia, podrán comunicarse unos con otros para tener acceso a los distintos recursos de sistema. Así también, podrán compartir recursos como documentos, software e incluso otros periféricos en red como las impresoras. Los switches cuentan con puertos que hacen posible la conexión de los dispositivos y por ende, logren comunicarse entre sí y compartir recursos.
Podemos encontrarnos con switches de 5 puertos, 8 puertos, 24 puertos, 48 puertos o más. Por supuesto, esta es solamente una de las variables que determina su coste. Es posible darse cuenta que, dependiendo de la cantidad de dispositivos que necesitemos que formen parte de una red, elegiremos un switch de mayor o menor cantidad de puertos. También existen los switches PoE que nos permitirán alimentar puntos de acceso Wi-Fi o cámaras IP con PoE, de esta forma, a través del propio cable de red Ethernet, podremos alimentar los dispositivos.
Sin embargo, existe una variable mucho más importante y que determinará el buen desempeño de tu red. Existen switches tanto gestionables como no gestionables. En principio, se podría decir que un switch no gestionable es lo más conveniente si no necesitas opciones de configuración avanzadas, y solamente necesitas tener muchos puertos para intercomunicar diferentes equipos, sobre todo porque los switches no gestionables no necesitan de ninguna configuración previa, simplemente conectar y listo.
Switches no gestionable
Un switch no gestionable cumple la función básica del switch en sí, lo que significa que es un dispositivo de tipo plug-and-play, lo conectas a la alimentación eléctrica, conectas los diferentes equipos vía cable, y automáticamente se podrán comunicar entre ellos y transferir datos.
Ahora bien ¿un switch no administrable es un hub? No, y esto es muy importante. A pesar de que se conectan los dispositivos sin previamente ajustar nada en la configuración, un switch de este tipo ya cuenta con características y configuraciones por defecto que el usuario no puede modificar. Normalmente los switches utilizan una arquitectura Store-and-forwarding, las tramas no colisionan dentro del propio dispositivo, y no existe el protocolo CSMA/CD en este tipo de dispositivos, ya que tenemos enlaces dedicados.
Los switches no gestionables se utilizan para redes más pequeñas, o en el caso de que se precise agregar grupos de trabajo temporales en una red de gran tamaño, como varias de las empresariales. Algunos dispositivos tendrán más prioridad en cuanto a la conectividad o contarán con mayores o menores tasas de transmisión. La configuración por defecto que ofrece un switch no gestionable fue creada con el fin de que tu red, en general, funcione de la forma más adecuada y que se eviten inconvenientes típicos de red.
Switches gestionables
Un switch gestionable provee todas las funciones y opciones de configuración avanzadas para configurar en detalle la red a nivel de capa L2. Este tipo de switches cuentan con la característica de poder personalizar la configuración de acuerdo a la necesidad de tu red. Además, es posible monitorizar el rendimiento de tu red con un nivel de detalle más alto. Esto trae como ventaja principal, mayor control de lo que está sucediendo con todos los dispositivos conectados.
Otro detalle a tener en cuenta sobre los switches gestionables es que el nivel de personalización llega al punto, de poder configurar cada puerto de acuerdo a lo que se necesite. ¿Por qué necesitaríamos un control tan granular? Redes de gran tamaño como varias de las empresariales podrían, por ejemplo, dividirse en varias VLANs (Redes de área local virtuales) ya que no todos los colaboradores necesitan del acceso a los mismos recursos o tan altas/bajas tasas de transmisión de datos. Más adelante, nos referiremos con algo más de detalle sobre qué es una VLAN y su utilidad en redes.
Puede presentarse la necesidad de que un especialista de soporte TI o de seguridad informática precise acceder remotamente al switch para realizar ajustes ya sea por una necesidad identificada o algún problema. Un switch gestionable, gracias a la posibilidad de ajustar la configuración, nos permitirá activar el acceso remoto por consola y/o interfaz web. El acceso remoto es beneficioso, ya que no será necesario ir a la propia oficina para hacer los ajustes.
Otras funciones de los switch gestionables
En RedesZone os vamos a explicar algunas funciones que distinguen ampliamente los switches gestionables de los no gestionables. Sin embargo, con esto no se asume que lo que más conviene es uno gestionable, simplemente, daremos más contexto sobre lo que hace un switch gestionable para que podamos comprender mejor lo que puede hacer y que finalmente, tú tomes la mejor decisión. A continuación, podéis ver las siete funciones que explicaremos en detalle en qué consisten, y cómo se podrían aplicar a un entorno de red.
Link Aggregation
En español se lo conoce como agregación de enlaces. Consiste en la unión de dos o más conexiones físicas de un switch. El propósito principal es que, a nivel lógico, se convierta en un sólo enlace de mayor velocidad de transmisión de datos.
Considera el siguiente ejemplo: se cuenta con un switch de 8 puertos. Uno de los puertos corresponde a un firewall que se encarga de filtrar el tráfico que proviene de Internet. Ese enlace entre el firewall y el switch es de 1 Gbps. Hasta el momento, funciona bastante bien y no aparenta tener problemas. Sin embargo, es probable que en algún momento se dé un cuello de botella y empiecen los problemas. La solución sería mejorar el equipamiento para que los enlaces sean de mayor velocidad, por ejemplo, velocidades Multigigabit de 2.5G o 5G, e incluso llegar a conexiones de 10G cableadas. Pero, los costes serían muy altos y no siempre merece la pena el esfuerzo económico.
Otra alternativa que podría ser de gran utilidad es ocupar más puertos del switch para el firewall y así, aumentar la capacidad del enlace. A simple vista, ya aumentamos su capacidad, pero el enlace en sí no es redundante, por lo que, si hay problemas, tenemos que hacer los ajustes para que los puertos adicionales trabajen considerando que el puerto «principal» ha caído. Eso no es conveniente.
Aquí es donde entra el Link Aggregation para permitir que todos los puertos que necesitemos para el enlace entre el firewall y el switch funcionen como un enlace único (a nivel lógico). Además de que el enlace lógico tenga una capacidad aumentada de transmisión de datos, lograremos la redundancia que se necesita para que la red siga funcionando a pesar de que uno de los puertos que forma parte del Link Aggregation deje de responder. Es decir, si tres puertos están con LACP, y uno deja de funcionar, este protocolo trabaja de manera tal que no se perciba ese problema y la conexión siga su curso. También tendremos balanceo de carga entre los diferentes enlaces físicos, para que la información fluya por los tres enlaces físicos simultáneamente.
QoS (Quality of Service)
Esta es una de las características en redes más importantes. Si las reglas de QoS para priorizar ciertos tipos de tráfico están correctamente configuradas, la experiencia de los usuarios será excelente. Así también, el ancho de banda disponible será mucho mejor aprovechado. A pesar de que los switches no gestionables cuentan con configuraciones QoS por defecto, estas no pueden ser modificadas. Fueron creadas en base a ciertos estándares que permitirán un rendimiento, claro está, estándar. Nada muy específico o particular. Pero si hablamos de los switches gestionables, podremos ajustar las configuraciones como queramos, creando y administrando todas las reglas que nos podamos imaginar.
Un caso de uso típico es crear y configurar reglas de QoS que dan prioridad a uno o más dispositivos que se transmiten datos mutuamente de forma frecuente. Esas reglas de QoS permitirán que reciban la mayor cantidad de ancho de banda posible ya que estos dispositivos forman parte de la prioridad.
SNMP (Simple Network Management Protocol)
A este protocolo se lo considera como el estándar para la gestión y monitoreo de redes. Permite que tanto el estado actual como el desempeño se monitoreen sin la necesidad de acceder al switch físicamente. La ventaja de esto, es que cualquier inconveniente que se presente puede ser tanto detectado como resuelto en forma remota, y podremos montar un sistema de monitorización para tener todo bajo control.
VLANs (Virtual Local Area Networks)
Varios dispositivos se pueden conectar a un sólo switch. El hecho de agruparlos en pequeñas redes hará que la gestión de los mismos sea mucho más práctico, y que nada se salga de control. A primera vista, precisarías de equipamiento y cableado adicional. Sin embargo, las VLANs o las redes privadas virtuales podrán ayudarte a agrupar varios dispositivos ahorrándote la compra de cualquier accesorio para redes.
Una de las ventajas de estas redes privadas virtuales es que puedes aplicar diversas medidas de seguridad a cada una de ellas. Dichas medidas pueden variar sin vueltas de acuerdo a cada VLAN. La principal situación que previene una VLAN es la reducción de tráfico innecesario que compromete el buen desempeño de la red.
Un caso típico de aplicación de las VLANs es cuando se cuenta con una empresa que tiene varias áreas: A, B, C y D. Si cuentas con un switch gestionable, puedes crear cuatro VLANs para cada una de las áreas. Así, el tráfico que se da en cada una de las redes virtuales no interferirá con la otra. El resultado final es una red que tiene un rendimiento estable y por supuesto, usuarios satisfechos. También tenemos que tener en cuenta la seguridad, podremos aplicar reglas para que entre estos departamentos no haya comunicación.
Port Mirroring
El Port Mirroring es una de las características más útiles de los switches gestionables, ya que es muy útil para la detección de problemas con la red. Básicamente, consiste en la función de capturar tráfico proveniente de uno o más puertos del switch para que posteriormente, se comparta a un puerto del propio switch que se configura especialmente para el Port Mirroring.
Toda esa información capturada de tráfico puede ser aprovechada por distintos programas de análisis de tráfico de red como Wireshark. Recordemos que esta y otras herramientas de análisis de tráfico de redes nos ayuda en gran medida para la identificación y solución de problemas. Además, en muchos casos evitarás la necesidad de dejar la red inutilizada o con rendimiento reducido.
Gracias a esta funcionalidad, podremos detectar problemas en la red, y capturar el tráfico para reenviarlo a este puerto específico.
¿Qué tipo de switch es más conveniente?
No existe una elección universal que te indique que un switch gestionable o uno no gestionable es lo más conveniente en cualquier situación. Es importante el poder saber y entender cuáles son las necesidades y requerimientos de nuestra red. No importa si es una red muy pequeña o muy grande, es nuestra obligación, como responsables de la red, qué es lo que necesita o requiere para poder funcionar de manera adecuada. Una de las consecuencias de la ignorancia o no saber lo suficiente respecto a los switches, sobre todo respecto a la diferencia entre los gestionables y los no gestionables, es la adquisición de equipamiento que realmente no se necesita. Por tanto, se desperdician recursos económicos que podrían haberse utilizado para otros fines.
Los switches gestionables se caracterizan por la capacidad de personalizar de forma bastante granular el desempeño de nuestra red. Habíamos citado a una de las características más importantes como las VLANs, que permiten agrupar múltiples dispositivos a nivel lógico en grupos más pequeños, con la finalidad de poder priorizar este tráfico, e incluso aislar estos dispositivos para que no se comuniquen con otros equipos conectados al mismo switch. Por supuesto, toda esta personalización se refleja en el coste de los switches, lógicamente, los switches gestionables se encuentran en un rango de precio mayor en relación a los no gestionables.
Si hablamos de los switches que no son gestionables, se puede decir que se caracterizan por ser sumamente prácticos. No tenemos que preocuparnos por prácticamente ningún aspecto de la configuración. Sin embargo, el tiempo pasa y la oferta de los switches no gestionables es cada vez más amplia y las prestaciones con las que cuenta la configuración por defecto van acercándose más a los switches gestionables, como la posibilidad de QoS o IGMP Snooping. No queda duda que las redes domésticas van creciendo en cuanto a cantidad de dispositivos conectados.
Atrás quedaron los días en que la casa cuenta solamente con un ordenador, otro portátil, un móvil y un televisor. Hoy en día, ya podemos contar con dispositivos más específicos como los servidores NAS, que nos permite gestionar de manera eficaz e inteligente nuestros archivos. Por otro lado, en las casas ya es normal contar con puntos de acceso inalámbricos o repetidores que nos ayudan a extender la cobertura por toda la casa para una experiencia de conectividad sin importar el lugar de la casa en donde se esté.
Finalmente, ¿qué es lo que más me conviene? Debemos reiterar que no hay una decisión absoluta al respecto. El secreto para tomar una mejor decisión a la hora de comprar switches es conocer en detalle las necesidades de nuestra red, porque, al fin y al cabo, de alguna forma u otra la inversión que realizaremos será ciertamente significativa y no será un dispositivo que compremos cada tres meses o cada año.
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