En 1993, Steve Jobs llevó a juicio a uno de los genios del hardware detrás del Macintosh, Burrell Smith por acoso. Fue acusado de tirar fuegos artificiales dentro de su casa además de enviar cartas y romper algunas ventanas. Burrell Smith, que tenía 37 años por aquella época, fue multado con pagar 25.000$. Lo triste de la historia es que Burrell tiene esquizofrenia y posiblemente actuó de esa manera por falta de medicación. Vamos a conocer un poco mas esta historia y sobre todo a este personaje, bastante desconocido y fundamental en la historia de Apple.
Burrell Smith se incorporó a
Apple reparando ordenadores
Apple II además de resolver dudas a los usuarios. Él mismo siempre había sido un fan de este ordenador y de
Steve Wozniak, por lo que trabajar en la empresa era todo un sueño. Pronto destacó entre el resto de técnicos y finalmente acabó en uno de los proyectos más ambiciosos de la compañía liderados por
Jeff Raskin, el
Macintosh.
Las primera tarea que le asignaron fue diseñar la placa base para el proyecto de
Raskin, el cual en principio tendría como microprocesador principal un
Motorola 6809 y 64KB de
RAM. Finalmente, para aprovechar todo el trabajo realizado previamente en el
proyecto LISA, ordenador que usaba el
Motorola 68000, optaron por usar también este modelo.
Burrell se puso manos a la obra y en tan sólo cuatro días ya tenía un prototipo con el
Motorola 68000, 64KB de
RAM, una pantalla y un teclado pero además con el
software QuickDraw funcionando (programa escrito por
Bill Atkinson del cual ya hemos hablamos
aquí también). Justo en esa época,
Steve Jobs se incorporó al proyecto
Macintosh. Y claro, todo cambió.
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Figura 1. Placa base prototipo del Macintosh creada por Burrell Smith. Fuente. |
Resumiendo mucho la historia (ya la contaremos en detalle algún día),
Jeff Raskin finalmente abandonó el proyecto por la presión y los cambios que estaba realizando
Jobs, quedando él solo como líder absoluto del equipo. Ya hemos hablado alguna vez sobre la fantástica historia que rodea el desarrollo de este ordenador y lo seguiremos haciendo.
Burrell y
Andy Herztfeld, su mejor amigo y otro genio que participó en este proyecto, trabajaron codo con codo en el nuevo
Macintosh diseñado por
Steve Jobs pasando por cientos de anécdotas fantásticas durante el desarrollo del mismo, que os iremos contando poco a poco aquí.
Una vez fue presentado el
Macintosh,
Burrell desarrolló también la placas base de las
impresoras Postscript de
Apple,
LaserWriter y
Turbo Macintosh, un proyecto del cual él estaba bastante involucrado pero que finalmente la empresa no le puso demasiada atención. De hecho, este fue el detonante para que abandonara la empresa en 1985. Después fundaría su propia empresa con otros ex-empleados del proyecto Macintosh como
Andy Herztfeld llamada
Radius. En 1988 ser retiró de la vida profesional y de los medios de comunicación, ya que se le diagnosticó esquizofrenia.
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Figura 2. Reunión de los componentes del equipo Macintosh. Podemos ver a Roney Sebok, Burrell Smith, Steve Jobs, Joanna Hoffman, Hasmig Seroplan, Bill Atkinson y Andy Herzfeld. Fuente. |
El mismo
Jobs decía en la
biografía de de Walter Isaacson “
Burrell era muy divertido e ingenuo, pero entonces un día de abril se rompió. Fue muy extraño y triste“. El resto de la historia ya la hemos contado al principio de este artículo. Finalmente
Jobs (que por aquella época estaba en
NeXT) retiró la orden de alejamiento que también le impusieron. Una triste historia pero nosotros recordaremos los mejores momentos de esa relación
Jobs-Burrell-Hertzfeld que tantos grandes momentos de la informática ofrecieron durante el desarrollo del
Macintosh.