Google Chrome traerá un generador de contraseñas
El equipo de Chrome, el navegador de Google, ha dado un paso hacia delante en el hastiado campo de las contraseñas. Está preparando una nueva funcionalidad que ofrecerá a los usuarios generar contraseñas seguras.
Anticipando el conjunto de mejoras que Chrome espera recibir para celebrar el décimo aniversario del navegador, se encuentra una funcionalidad que permite al usuario mejorar la seguridad en el uso de contraseñas, en concreto, nos posibilitará generar contraseñas seguras además de la ya conocida función de custodia y sincronización de estas.
De hecho, Google, pretende con este paso paliar el problema que genera la reutilización indiscriminada de contraseñas, a la par que descarga al usuario del proceso de elección que suele terminar, casi siempre, en una mala elección. De esta forma, se podrá optar a que el navegador nos genere una nueva contraseña (las reglas incluyen al menos una minúscula, una mayúscula, un número y símbolos si estos son requeridos) y la recuerde, así como que la sincronice con el resto de dispositivos que tengamos federados.
Indudablemente, Ia reutilización de contraseñas es un peligro habitual en usuarios que no están advertidos del riesgo que conlleva esta flexibilidad. Este escenario de explotación ocurre cuando se extraen o filtran credenciales de un sitio web. Una vez que las contraseñas han sido expuestas, estas podrían ser probadas no ya en el sitio afectado sino en otros muchos sitios donde el usuario podría poseer una cuenta; comprometiendo así, de un solo golpe varios accesos.
Otro riesgo común de dejar a elección del usuario la generación de contraseñas es la incapacidad de elegir contraseñas seguras. Si bien parte de la responsabilidad le corresponde al sitio o aplicación, por no obligar a seguir una politica de contraseñas fuertes, el usuario medio no se distingue por la elección de buenas contraseñas. Ya sea por la costumbre, necesidad -absurda- de memorizarlas o desconocimiento del riesgo que supone una credencial débil.
Sin duda, los generadores de contraseñas no son nada nuevo ni exclusivos. Los gestores de contraseñas ya lo poseen como una característica considerada fundamental dentro de sus funciones. Sin embargo, lo que sí que parece exclusivo es su uso, ya que no están precisamente difundidos en los usuarios comunes. Quizás, si incrustamos su uso en los navegadores podamos evitar que contraseñas como “12345” o “iloveyou” (por ilustrar sin recurrir a peores ejemplos) sigan siendo lo común cuando un nuevo listado de cientos de megas sea avistado atravesando Internet. El tiempo lo dirá.
Más información:
Tired of memorizing p4ssw0rd$? The new Chrome has your back
De hecho, Google, pretende con este paso paliar el problema que genera la reutilización indiscriminada de contraseñas, a la par que descarga al usuario del proceso de elección que suele terminar, casi siempre, en una mala elección. De esta forma, se podrá optar a que el navegador nos genere una nueva contraseña (las reglas incluyen al menos una minúscula, una mayúscula, un número y símbolos si estos son requeridos) y la recuerde, así como que la sincronice con el resto de dispositivos que tengamos federados.
Indudablemente, Ia reutilización de contraseñas es un peligro habitual en usuarios que no están advertidos del riesgo que conlleva esta flexibilidad. Este escenario de explotación ocurre cuando se extraen o filtran credenciales de un sitio web. Una vez que las contraseñas han sido expuestas, estas podrían ser probadas no ya en el sitio afectado sino en otros muchos sitios donde el usuario podría poseer una cuenta; comprometiendo así, de un solo golpe varios accesos.
Otro riesgo común de dejar a elección del usuario la generación de contraseñas es la incapacidad de elegir contraseñas seguras. Si bien parte de la responsabilidad le corresponde al sitio o aplicación, por no obligar a seguir una politica de contraseñas fuertes, el usuario medio no se distingue por la elección de buenas contraseñas. Ya sea por la costumbre, necesidad -absurda- de memorizarlas o desconocimiento del riesgo que supone una credencial débil.
Sin duda, los generadores de contraseñas no son nada nuevo ni exclusivos. Los gestores de contraseñas ya lo poseen como una característica considerada fundamental dentro de sus funciones. Sin embargo, lo que sí que parece exclusivo es su uso, ya que no están precisamente difundidos en los usuarios comunes. Quizás, si incrustamos su uso en los navegadores podamos evitar que contraseñas como “12345” o “iloveyou” (por ilustrar sin recurrir a peores ejemplos) sigan siendo lo común cuando un nuevo listado de cientos de megas sea avistado atravesando Internet. El tiempo lo dirá.
David García
@dgn1729
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